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Más de 2.000 vacas muertas en el primer brote de DNC
Este otoño la dermatosis nodular contagiosa ha llegado a España afectando a explotaciones que han tenido que sacrificar a todo su ganado. La enfermedad no se transmite a humanos, pero causa pérdidas de leche
Casi 2.000 vacas sacrificadas es el balance que deja en España el brote de dermatosis nodular contagiosa detectado por primera vez el pasado 3 de octubre. Hasta hace apenas tres meses nadie había oído hablar de esta enfermedad, que ha generado un gran impacto en numerosas explotaciones que han perdido a todos sus animales. «Los ganaderos no quieren hablar con la prensa. Es que no se puede ni contar cómo están, el shock que les supone tener que sacrificar a sus animales», explica Raquel Serrat, coordinadora nacional del sindicato Unió de Pagesos.
Y a ello se suman las pérdidas económicas: «Hay explotaciones que no van a seguir; en las que hay relevo generacional puede ser, pero los hay que han decidido jubilarse, porque no les compensa empezar de nuevo, algo que les supondría varios años otra vez de esfuerzo. Además, ya estamos a finales de noviembre y aún no se ha aprobado la orden de indemnizaciones para los afectados. Es una lástima, porque nadie merece jubilarse por esto, pero la realidad del sector es que solo el 4% de los responsables de las explotaciones tiene menos de 40 años».
¿Qué síntomas tiene?
La dermatosis nodular contagiosa (DNC) es un virus que afecta al ganado bovino y provoca nódulos en la piel, fiebre y caídas en la producción de leche; las vacas lecheras son las más afectadas por esta patología. La transmiten insectos hematófagos –moscas, mosquitos o garrapatas–, que actúan como vectores.
No es una enfermedad zoonótica, es decir que no se transmite a las personas, pero está clasificada en Europa como de categoría A, «aquellas que no circulan habitualmente en la UE y que requieren medidas inmediatas de control y erradicación en cuanto se detectan».
Esto explica que las actuaciones hayan sido contundentes y urgentes. Entre la detección del primer contagio, el 3 de octubre, y el último, el 22 de octubre, aparecieron 17 focos que se han controlado estableciendo zonas de restricción de 20 kilómetros alrededor de cada uno, además de áreas de vigilancia de 50 kilómetros, especialmente en el Alt Empordà (Girona). Paralelamente, se puso en marcha un programa de vacunación. Solo en Cataluña (la región afectada por el DNC), se ha vacunado a más de 152.000 vacas. Mientras, en otras regiones se iban suspendiendo ferias ganaderas (Aragón, Navarra, Cantabria y Asturias) para evitar la expansión de la enfermedad. «Se ha actuado con celeridad y acierto. La vacunación ha sido, creo, muy acertada y la enfermedad parece que está contenida. También ha ayudado el frío, que afecta a todos estos vectores que la transmiten, y que ha impedido que la enfermedad haya avanzado más. Estamos en un momento de calma, muy vigilantes, pero ya de tranquilidad, explica Joaquín Gargallo, responsable del sector vacuno de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), además de ganadero.
Vaciados
Una de las medidas más controvertidas ha sido el vaciado sanitario: sacrificar a todos los animales de una explotación donde aparezca un caso. Es el protocolo obligatorio para enfermedades de categoría A. «Tienen un alto potencial de difusión, no respetan fronteras y provocan graves pérdidas económicas», se puede leer en la página web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Sin embargo, tanto veterinarios como ganaderos cuestionan la dureza del procedimiento en una enfermedad que no contagia a humanos y que muchos animales pueden superar en pocas semanas. «Significa sacrificar todas las cabezas de ganado bovino de la explotación, tengan la edad que tengan y estén en la condición que sea. Los profesionales sufren una severa pérdida y un shock emocional fuerte», insisten desde la Unió de Pagesos. De hecho, se está pidiendo una reconsideración del procedimiento ante nuevos casos futuros «Hace unas semanas, se reunía el sector en Bruselas para pedir que se baje de la categoría A a la B y que se intenten atajar futuros problemas a través de medidas preventivas como la vacunación», detalla Noelia Núñez, vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de Salamanca.
Tour de Francia
Mientras la situación parece controlada, continúa la investigación sobre cómo llegó el virus a España. La DNC fue descrita por primera vez en Zambia en 1928, pero no entró en Europa hasta 2014. «En 2019 volvió a aparecer en territorio de la UE y este verano la hemos vuelto a encontrar en Italia y Francia», recuerda Núñez. La enfermedad obligó, incluso, a modificar el recorrido de la etapa 19 del Tour de Francia 2025 para evitar el ascenso al Col des Saisies, que estaba afectado por un brote. «La AP-7 es una de las carreteras más transitadas de Europa. Es un territorio de especial riesgo para que las enfermedades viaje. Además, tenemos la zona húmeda de Aiguamolls de l’Empordà, un terreno de mosquitos y moscas y que está en la frontera con Francia», apuntan desde Unió de Pagesos.
Nuevas enfermedades
La DNC se suma a otras amenazas como la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica o la lengua azul aparecidas en los últimos años y que refuerzan la sensación de que los animales están cada vez más expuestos a nuevas enfermedades y a vectores que hasta ahora no estaban presentes en la UE. Así lo ve Joaquín Gargallo, portavoz del sindicato COAG: «Hay muchas enfermedades a las puertas de Europa. En los últimos años nos han preocupado mucho la enfermedad hemorrágica y la lengua azul, cuyo principal vector es un mosquito pequeño… Pero muchas veces el humano actúa como el principal vector. En un mundo globalizado se transportan las enfermedades y los vectores que las transmiten, y nuestros animales no están preparados para estos impactos. Date cuenta de que muchos animales se mueven a través de los distintos países. Además, estamos asistiendo a una intensificación de la ganadería y de la comercialización que requiere grandes explotaciones y mucho movimiento, y ese eso es precisamente lo que más atenta contra la sanidad de nuestras explotaciones», dice. Por eso defiende el comercio local como una medida de prevención. Serrat de la Unión de Pagesos coincide: «La movilidad de personas es cada vez más grande y la climatología está cambiando. Tenemos que adaptar la sanidad humana y la animal a la nueva realidad. Lo que proponíamos es que, en el momento que haya un brote, sea obligatorio parar los movimientos animales. Entiendo que dentro del sector ganadero, exportador e importador, esto puede tener un impacto económico, pero la única manera de controlar al expansión es limitando los movimientos».
Desde la Unió recuerdan que este episodio en un nuevo mazazo en un sector que, «aunque estuviera viviendo un periodo de relativa tranquilidad en los últimos meses con precios decentes para carne y leche», está en una situación poco halagüeña desde hace años. Las explotaciones ganaderas en Europa han disminuido casi un 20% en la última década. El censo bovino actual supone unos 74 millones de animales, de los cuales España aporta el 8,6% (6,3 millones), situándose como el quinto país con mayor censo, tras Francia, Alemania, Irlanda y Polonia. «Veremos ahora el impacto que tiene en el mercado esta crisis», recuerda Serrat.
Por su parte, los veterinarios insisten en mantener la vigilancia: «Existe una necesidad urgente de mantener la bioseguridad, la vigilancia activa y la colaboración entre los diferentes actores. La dermatosis nodular contagiosa nos recuerda que la sanidad animal es una pieza esencial de la salud pública y que detrás de cada campaña hay un esfuerzo técnico, humano y económico que merece reconocimiento. La vacunación, junto con la detección temprana y la información veraz, no deja de ser la mejor herramienta para frenar esta enfermedad y otras, y proteger a un sector fundamental para nuestra economía y nuestra sociedad», dice Núñez.
La gripe aviar ya ha saltado a las vacas
►Si hay una enfermedad animal que ahora mismo preocupa es la gripe aviar, porque se trata de una patología zoonóica, es decir, que tiene capacidad de transmisión entre animales y personas. De hecho, estos días, se notificaba la primera muerte de una persona infectada en EE UU. Además de diezmar las poblaciones de aves silvestres en todo el mundo (motivo por el que se obliga a tener aisladas a las gallinas de granja), el virus ha dado el salto a los mamíferos y se han detectado focos en 40 especies en solo un año. Se han reportado muertes masivas en colonias de focas y en 2024 se localizó un primer brote en una granja bovina de los EE UU. En el país norteamericano hay circulación continua del virus en vacas lecheras desde entonces y se contabilizan más de mil rebaños afectados en 16 estados. La Organización Mundial de Sanidad Animal advierte de que la persistencia del subtipo H5N1 en bovinos incrementa el riesgo de que el virus se adapte mejor a los mamíferos.