Prueba
Outback, el equilibrio entre un todocamino y un coche de familia
Subaru mejora su modelo más conocido que, en una carrocería “crossover” muy capaz, reúne las ventajas de las mejores berlinas con la eficacia de un coche concebido para fuera del asfalto
Apareció en el mercado hace casi veinte años y desde entonces es una referencia entre los coches polivalentes que sirven para el tráfico diario y, además, son eficaces fuera de carretera. El Subaru Outback, con su tracción integral permanente, combina su eficacia en las duras zonas de tierra con una gran capacidad interior y una terminación de lujo con detalles que sólo podemos ver en las mejores berlinas, como la gran pantalla central de 11 pulgadas de tamaño que domina todo el salpicadero.
Subaru no es una marca de gran producción en el mundo. De sus factorías salen cada año en torno al millón de unidades, la mayoría de las cuales viajan hasta los Estados Unidos, que es su principal mercado. El Outback es quizás su modelo estrella, del que se han vendido desde su aparición en 1995 un total de 6,6 millones de ejemplares, de los cuales algo más de trescientos mil han llegado hasta Europa. Podría definirse como un automóvil muy completo, capaz de combinar acabados de primer nivel para viajar de manera confortable a diario y enfrentarse sin problemas a caminos fuera del asfalto.
Esta es la filosofía que inspiró el nacimiento del Outback en la lejana Australia, donde las condiciones de vida en un territorio tan inmenso a veces no son fáciles. Para poder salvar los obstáculos de fuera de carretera se elevó su carrocería 21,3 cm. sobre el suelo lo que, unido a la tracción integral permanente que caracteriza a todos los Subaru, le convirtió en el primero “crossover” familiar de la historia. Desde su lanzamiento ya ha habido seis generaciones de este modelo, que se ha reinventado en los años 1998, 2004, 2009 y 2015, hasta llegar a esta última versión que presenta algunas modificaciones respecto a la anterior, con detalles diferentes como llantas nuevas de 18 pulgadas, una parrilla hexagonal, diferente diseño de los faros delanteros y traseros, rieles en el techo para sujetar portasquies u otros elementos… Pero mantiene otras características propias de su esencia, como la obsesión la seguridad activa y pasiva ya que el Outback ha conseguido las máximas puntuaciones en este apartado en todas las mediciones a lo largo del mundo. Parte de este éxito se debe a su nueva plataforma mucho más ligera y segura, ya que es capaz de absorber un 40% más de energía en caso de accidente.
En el interior nos encontramos con una terminación realmente buena, donde el empleo de materiales de lujo, como el cuero en asientos y volante, le dan una gran imagen de lujo. Destaca en el salpicadero las dos pantallas de información. La de delante de los ojos, detrás del volante multifunción, que nos proporciona el estado del vehículo y el funcionamiento de la parte mecánica con relojes analógicos y testigos de las diferentes funciones, como el modo de conducción. En posición central, otra gran pantalla proporciona todos los datos analógicos del infoentretenimiento, con navegador, sonido, conexiones a todos los sistemas, etc… Una de sus características es su gran habitabilidad interior, gracias a su nueva plataforma, con espacio generoso para poder viajar cinco personas adultas sin apreturas y, además, disfrutar de un amplio maletero. Su capacidad inicial es de 561 litros, pero puede ampliarse hasta los 1.822 si abatimos los respaldos de los asientos posteriores.
El Outback viene equipado con el conocido motor boxer de 2,5 litros que desarrolla una potencia de 169 caballos y que se combina con una caja de cambios de ocho velocidades automática que se acciona bien por una rueda en la consola entre los asientos o a través de levas en el volante. Entre los modos de conducción que dispone destacamos especialmente el que nos ayudará a circular sin dificultades por terrenos especialmente resbaladizos y el de control de descenso, que adecúa la velocidad del coche en las cuestas abajo sin que necesitemos accionar los pedales de acelerador o freno. El coche lo hace todo. Es uno más de los sistemas de ayuda a la conducción que vienen incluidos en este Subaru, que cuenta asimismo con otros dispositivos como control de dirección en casos de emergencia, mantenimiento de carril, control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales, control de obstáculos marcha atrás, frenada postcolisión, reconocimiento de peatones y ciclistas, etc…
Este Outback se vende en tres versiones, en función de las necesidades de cada cliente: Trek, Field y Touring, esta última la de mayor representatividad. Los precios, incluidas las promociones de la marca, se sitúan entre los 39.500 y los 43.900 euros. O si se prefiere, pagando una entrada de unos doce mil euros y 350 euros mensuales durante cuatro años. Hay que destacar que aproximadamente tres de cada cuatro coches de este tipo se venden con la alternativa híbrida que combina la gasolina con el GLP, mucho más económico ya que su precio es aproximadamente la mitad y, además, reduce las emisiones de NOx, las más nocivas, en aproximadamente un 90%.
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