Vandalismo
El graffiti de Calblanque, el último «maltrato» a la Región de Murcia
La pintada en Cala Cocón se suma a la lista de actos delictivos contra los espacios regionales protegidos
El acto de vandalismo en unos acantilados rocosos en el Parque Regional de Calblanque han sido los últimos de una larga lista de zonas, monumentos y enclaves únicos que han sido «maltratados» por una serie de ciudadanos incívicos. El gobierno regional pedía la semana pasada la colaboración ciudadana para encontrar al autor o autores de un graffiti de grandes dimensiones en la Cala Cocón, un acto que «va en contra de los trabajos de información y sensibilización ambiental que desde las administraciones y las asociaciones y entidades venimos desarrollando de forma permanente, con campañas y actuaciones», lamentaban desde el Ejecutivo regional.
Pero, lamentablemente, no es el primer acto vandálico que se realiza en la Comunidad.
Cabe remontarse al año 2016 para revivir otros de los episodios de pintura sobre lugares históricos. En esta ocasión ocurrió en el municipio de Alcantarilla, en el que en apenas tres días los graffitis afectaron a varios monumentos de la localidad. Primero, se abrieron diligencias contra un menor de edad que realizó ocho pinturas en el Acueducto de las Zorreras, situado en Alcantarilla y declarado Bien de Interés Cultural (BIC). Un lugar protegido que tiene, desde el año 2010 por sus características medievales, la catalogación de Monumento.
Apenas tres días después, los agentes identificaron y detuvieron a otra persona por realizar graffitis en la fachada lateral de la Casa de Cayitas, actual sede del Archivo Histórico Municipal, un lugar que está declarado Monumento Histórico-Artístico de carácter Nacional.
Pero la lista continúa. Hace poco más de dos años, en marzo de 2019, la Guardia Civil inició una investigación para localizar y detener al autor de otra pintada en un inmueble también declarado BIC. En concreto, en la ermita de San Ginés de la Jara, un monumento del siglo XVI situado en el municipio de Cartagena. De nuevo, otro delito sobre el patrimonio histórico de la Región.
Otro de los actos delictivos se produjo hace poco más de un año, en julio de 2020, en el municipio de Cehegín, en el que gracias a la colaboración ciudadana, se pudo identificar a los autores de un graffiti de grandes dimensiones en la Torre del Pozo de la localidad.
Espacios urbanos
Este arte callejero, que cuando se traslada a espacios urbanos se convierte en actos delictivos, también suponen una amenaza para cualquier espacio o lugar que forme parte del uso común de la ciudadanía. Como lo son los trenes. En el año 2019, una veintena de trenes de Cercanías y Media Distancia de la Comunidad aparecieron cubiertos de graffitis.
Asimismo, hace menos de un mes, a finales de julio, la Policía Local de Murcia identificó a un joven de 19 años como sospechoso de haber realizado 39 pinturas en diferentes puntos de municipio, tanto en el casco urbano como en las pedanías murcianas, en muros o señales.
Las autoridades policiales recuerdan que la reparación de los daños corre a cargo del infractor, y se podría incurrir en un delito tal y como se recoge en la ley 4/2015 de Protección de la Seguridad Ciudadana.
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