Pobreza

Uno de cada cuatro murcianos se encuentra en situación de exclusión social, según Cáritas

Más de 30.000 familias carece de algún tipo de ingreso periódico o predecible que permita una mínima estabilidad

Viandantes pasan junto a un cartel colocado por una persona que ejerce la mendicidad en una céntrica calle de Sevilla
Viandantes pasan junto a un cartel colocado por una persona que ejerce la mendicidad en una céntrica calle de SevillaJulio MuñozAgencia EFE

Uno de cada cuatro habitantes de la Región de Murcia, el 25,4 por ciento total de la población, se encuentra en situación de exclusión social, según el Informe sobre Exclusión y Desarrollo Social presentado este jueves por Cáritas Diócesis de Cartagena y la Fundación para el Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada (FOESSA). Así se ha puesto de manifiesto este jueves, explicando que alrededor de 385.000 personas se encontraba en 2021 en una situación de exclusión moderada o severa, mientras que la tasa de personas en pobreza severa se situó en el 11,7 por ciento, por encima de la media nacional, que fue del 9,5 por ciento.

De la misma manera, se ha puesto de manifiesto que solo el 35 por ciento de los hogares de la Región de Murcia participan con normalidad en la sociedad con una integración plena. Dentro de este grupo, 220.000 están en integración precaria, es decir, “al borde del abismo” porque cualquier cambio mínimo en sus vidas puede abocarlos a la exclusión.

Por su parte, el 39,2 por ciento de la ciudadanía que reside en la Región se encuentra en una situación de integración precaria, el 12,2% en una situación de exclusión moderada y el 13,2% en situación de exclusión severa.

A pesar del aumento de la protección social, más de 30.000 familias carece de algún tipo de ingreso periódico o predecible que permita una mínima estabilidad.

La brecha digital afecta al 44 por ciento de los hogares, lo que conlleva una “desventaja” en el acceso en igualdad de condiciones a derechos como la sanidad, educación, empleo o participación. Se trata de un ‘apagón digital’ por ausencia de dispositivos, conexión o habilidades para el manejo de Internet que conlleva pérdida de oportunidades laborales, formativas, de relación o de acceso a derechos como ayudas y prestaciones sociales, han explicado desde Cáritas.

En su transición a la vida adulta, uno de cada tres jóvenes de entre 19 y 29 años no pueden desarrollar su proyecto vital al estar afectados por procesos de exclusión. En el acceso al empleo, siempre con dificultades, a los jóvenes se les presenta un panorama de precariedad y temporalidad que no permite adquirir una vivienda, ni formar una familia con garantías reales de sustento.

Por otro lado, el 43% de la infancia de la Región de Murcia sufre exclusión social, afectados por uno o más de los ámbitos de desarrollo personal que recoge el informe. La tasa de exclusión social entre los hogares con niños, niñas o adolescentes es del 50%, frente al 18% cuando solo hay adultos.

Brecha por cuestión de origen

En la Región de Murcia, el 68% de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentra en exclusión, lo que supone una incidencia tres veces mayor que en los hogares encabezados por personas de origen español (20,7%).

Cáritas ha alertado de que la crisis social provocada por la pandemia ha recrudecido las posibilidades de estabilidad de los trabajadores en la Región de Murcia, generando frustración, laboral y personal, con efectos a nivel psicológico y emocional al repercutirles directamente en el desarrollo de sus proyectos vitales.

El empobrecimiento de los trabajadores se deriva de salarios “insuficientes en muchos casos”, pero también de la parcialidad de sus jornadas laborales, la temporalidad y la estacionalidad de sus contratos.

El informe identifica a los trabajadores con inestabilidad laboral grave. Éstos están presentes en 85.000 hogares de la Región de Murcia, y se caracterizan porque han tenido tres o más meses de desempleo, tres o más contratos diferentes, en tres o más empresas distintas.

Una de las conclusiones del documento es que la pandemia ha paralizado los procesos de integración laboral de personas desempleadas, cronificando su situación ante la suspensión de los procesos de formación y mejora de la empleabilidad, alargamiento del tiempo de desempleo acumulado y la reducción de la protección social por desempleo. Unas 27.000 familias tienen a su sustentador en esta situación, y 55.000 a todos sus miembros activos en paro.

Más de 75.000 hogares en la Región de Murcia han abandonado tratamientos o han dejado de comprar medicamentos por problemas económicos. El mantenimiento de la vivienda, con altos precios y bajos e inestables ingresos, provoca que 61.000 familias están en situación de pobreza tras hacer frente al pago mensual del alquiler o hipoteca.

Alto nivel de “activación”

Cáritas ha explicado que, frente a esta realidad, la mayoría de las familias que sufren situaciones de pobreza y exclusión social se levantan cada mañana con iniciativa y fuerza para tratar de salir de la situación que están viviendo, decididos a recorrer el espacio que les separa de la integración.

“Frente a la imagen de pasividad que a veces se transmite, el nivel de ‘activación’ es muy alto”, ha explicado la organización. Así, dos de cada tres hogares en situación de exclusión se encuentran inmersos en dinámicas laborales, de formación para mejorar su empleabilidad o participando de programas de los servicios sociales o de entidades del tercer sector como Cáritas para avanzar en su salida de la pobreza o la exclusión.

En el informe autonómico promovido por Cáritas y Fundación FOESSA han participado 30 investigadores procedentes de más de diez universidades y entidades de investigación social. En él se constata el punto de inflexión que ha supuesto el Covid en la evolución de las condiciones de vida, los niveles de integración de las personas y familias y el engrandecimiento de la desigualdad en la Región.

Para analizar la exclusión social a la que es sometida una persona, en el informe se han contemplado distintas dimensiones: el empleo, los ingresos, la salud, la participación, la vivienda, la educación, el aislamiento y el conflicto social.

El director de Cáritas, José Antonio Planes, ha defendido este informe por “el conocimiento profundo y exhaustivo de la realidad social que ofrece de la pobreza y exclusión, y que interpela a la acción y compromiso del conjunto de la ciudadanía y actores sociales”.

Precedente a este estudio, el Informe Exclusión y Desarrollo Social en España vio la luz en enero de 2022, y en él se constaba cómo la crisis sanitaria y económica del SARS CoV-2 habían supuesto una “ruptura abrupta” en la cohesión social del país.

En plena pandemia, durante 2020, la acción de Cáritas llegó a 95.046 personas en la Región de Murcia, lo que supone un incremento de 23.021 con respecto a 2019, un 24,23%, según la memoria anual de Cáritas Diócesis de Cartagena.

Lorca Planes ha recordado “ni como sociedad, ni como comunidad humana podemos permitir que esta nueva crisis ahonde aún más en esta situación”, y ha destacado que el informe explica que la estructura social y económica “llega décadas generando, sosteniendo y naturalizando el sufrimiento de las situaciones de pobreza y exclusión social de millones de personas en nuestro país”.

Asimismo, ha alertado de “la urgencia de avanzar y ampliar el alcance de la respuesta proporcionada por las Administraciones públicas para proteger realmente a las familias más desprotegidas”.