Un incendio en el Híper Atalayas levanta una gran columna de humo visible en toda Murcia

Los Bomberos del Ayuntamiento de Murcia están trabajando en la extinción de un incendio declarado en un bajo comercial situado en la rotonda que conecta la avenida Primero de Mayo y la avenida Arquitecto Miguel Ángel Beloqui, en el cruce de Las Atalayas.

La propietaria del establecimiento ha tenido que ser atendida por sufrir una crisis de ansiedad, según fuentes de la Policía Local de Murcia consultadas por Europa Press.

El incendio se ha declarado sobre las 13.00 horas, cuando una veintena de llamadas al Teléfono Único de Emergencias 1-1-2 alertaban del suceso.

Al lugar han acudido una autoescala automática; una bomba urbana ligera; una unidad de mando y jefatura; una bomba urbana pesada; una bomba nodriza pesada con 23 efectivos a bordo, según fuentes del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS) consultadas por Europa Press.

También han acudido dos unidades móviles de emergencias del 061 y una ambulancia no asistencial en labores de prevención.

Asimismo, agentes de la Policía Local de Murcia han acudido a la zona para colaborar asegurando los cortes de tráfico.

La Dirección General de Seguridad Ciudadana y Emergencias ha movilizado un helicóptero para participar en las labores de extinción de este incendio. Según ha informado el Centro de Coordinación de Emergencias de la Región, la tarea del helicóptero, cuya participación ha sido solicitada por el mando de la extinción, se centra en ofrecer apoyo a los bomberos del Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento (SEIS).

Además de este medio aéreo, en las tareas intervienen 26 bomberos y ocho vehículos, según ha explicado en una entrevista emitida por Onda Regional de Murcia (ORM) y recogida por Europa Press el concejal de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Murcia, Enrique Lorca.

A consecuencia del fuego, un cliente del establecimiento ha tenido que ser atendido por inhalación de humo.

Ha sido necesario desalojar el aparcamiento del hotel y asegurar el perímetro de un colegio -en el que no había alumnos- próximo al local afectado.