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Sucesos

El acusado del crimen de El Palmar afirma que quedó con el hijo de la víctima en "ir a medias" tras el robo

"En ningún momento quería matarla", dice el presunto homicida, para el que la Fiscalía solicita 28 años de cárcel

El Tribunal Superior de Justicia de Murcia Irene CasanuevaConfilegal

El acusado de acabar con la vida de una mujer de 63 años en septiembre de 2023 en la pedanía murciana de El Palmar ha afirmado este viernes, en la primera sesión del juicio, que quedó con el hijo de la víctima, también procesado, en "ir a medias" tras cometer el robo de una supuesta herencia que ella guardaba en casa.

Ambos enjuiciados, que se habían conocido en el trabajo y eran amigos, han mantenido versiones muy diferentes de lo sucedido, ya que mientras el hijo ha defendido su inocencia, el otro ha afirmado que entre los dos planearon robar a la mujer para repartirse el dinero y ha expresado su arrepentimiento.

"En ningún momento quería matarla", ha dicho el presunto homicida, para el que la Fiscalía solicita 28 años de cárcel. "No sé qué pasó, me puse nervioso, tuve miedo", ha añadido a preguntas del Ministerio Público durante el juicio, celebrado en la Audiencia Provincial de Murcia.

El principal acusado, en prisión desde el crimen, ha dicho que el hijo de la víctima -para el que la Fiscalía reclama tres años de cárcel- llegó a plantearle en varias ocasiones urdir un plan para robar a su madre una herencia, que, según ha dicho, ascendía a entre 20.000 y 30.000 euros.

El individuo ha manifestado que el chico, de unos 20 años, se quejaba de que su madre "había cogido dinero que era de él y no se lo quería dar", y que, además, había puesto cámaras dentro de la casa para controlar sus movimientos.

"Me insistió con la idea del robo; me dijo que con ese dinero yo estaría más relajado y más tranquilo, que íbamos a medias. Le respondí que no quería saber nada", ha expresado el acusado, quien finalmente accedió y, el mismo día de los hechos, lo llamó para idear un plan de robo que incluyera coartadas para ambos.

Así, quedaron en que el hijo de la víctima saldría de su casa y conduciría en coche hasta Molina de Segura para dejar una videoconsola en una tienda, momento en el que el presunto asesino, que ya estaba en El Palmar, intentaría entrar a la vivienda para robar el dinero que supuestamente guardaba la mujer.

Ambos acordaron que, de ser descubiertos, afirmarían que los ladrones eran "moros" contratados por una compañera del trabajo con la que ambos habían tenido algún conflicto.

El presunto homicida, ataviado con unas gafas, braga y gorra, tocó el timbre de la vivienda y la mujer abrió la puerta. El hombre "presionó" a la víctima para que le diera el dinero con la excusa de que estaban siguiendo a su hijo y que lo secuestrarían, pero ella en todo momento aseguró que no tenía nada.

En un principio, esta no le reconoció pero al oír su voz exigiéndole el dinero le llamó por su nombre, ya que se conocían porque habían coincidido en varias ocasiones. "En el momento en que me reconoció me puse nervioso y empecé a darle golpes", ha dicho, para explicar que abandonó el lugar tras escuchar que alguien tocaba la puerta y varias voces al otro lado.

Creyendo que la mujer "estaba viva porque seguía respirando", el hombre saltó a la terraza de la casa de al lado, propiedad del padre de la víctima, y del impacto se rompió una pierna. Acto seguido, apareció en el lugar el hombre, que le preguntó qué hacía allí, para salir después a la calle, donde ya se habían acercado varios vecinos.

Por su parte, el hijo de la víctima ha insistido en que no tuvo nada que ver con los hechos y que jamás se sintió presionado ni agobiado por su madre. "Era la mujer de mi vida, nuestra relación fue perfecta, ella era mi salvavidas", ha dicho, para señalar que el otro acusado le "arrebató todo lo que más" ha querido "en esta vida".