Medio ambiente

El cambio climático podría dejar pérdidas de 1.200 millones de euros en el campo murciano en 2030

El estudio "Más claro, agua", elaborado por COAG, analiza el impacto que tendrá en la agricultura del arco mediterráneo

Un cultivo agrietado por la sequía en Alemania
El aumento de las temperaturas, uno de los graves problemas del medio ambientelarazon

La agricultura de la Región de Murcia podría perder hasta 1.230 millones de euros entre este año y 2030 como consecuencia de los diversos efectos del cambio climático. Así lo pone de relieve el estudio "Más claro, agua, impacto del cambio climático en la agricultura del arco mediterráneo español", elaborado por COAG-IR de la Comunidad, y presentado por el secretario general, Miguel Padilla. "

"COAG ni es fundamentalista ni negacionista en torno al cambio climático, sino que se trata de una realidad que en el Arco Mediterráneo se ha visto que es donde más está afectando de toda la península, con una afección del 6 por ciento de pérdidas al año solo por desórdenes climáticos como lluvias torrenciales, granizo y heladas".

De la misma manera, ha apuntado a que el aumento de la temperatura y de los fenómenos climáticos supondrá la reducción del rendimiento de los cultivos, así como la afección a la fenología y la reducción de su periodo vegetativo, "así como la imposibilidad de poder afrontar la situación ante la falta de previsión".

Padilla ha recordado que la cuenca del Segura se caracteriza por ser una zona de "escasez de agua, de concentración de lluvia en invierno y de sequías frecuentes, con lo que el cambio climático supone un aumento de la evapotranspiración, la disminución de las precipitaciones y el aumento de los periodos de sequía, así como el incremento de la aridez y la falta de disponibilidad de agua para el regadío", incide Padilla.

Nuevas infraestructuras hídricas

Por su parte, la consejera de Agricultura de la Región, Sara Rubira, ha exigido al Gobierno de España la construcción de nuevas infraestructuras hídricas en el Levante, adaptadas a acondiciones climáticas más extremas como las que se vienen registrando en los últimos años.

De la misma manera, Rubira ha recordado que “urge poner en marcha un Pacto Nacional del Agua donde todas las comunidades, y también los regantes y organizaciones, nos sentemos en una misma mesa y trabajemos en un proyecto de Estado, que identifique las necesidades de todas las cuencas y que determine la mejor manera de afrontar las soluciones”, añadiendo para ello “la interconexión de las mismas, la construcción de infraestructuras hídricas en vez de su destrucción, y aportando recursos complementarios allí donde sea necesario”.

“En la Región se Murcia, la gestión sostenible de los recursos es una realidad, tenemos el 85 por ciento de la superficie gestionada por nuestras comunidades de regantes, modernizada y con riego localizado, y ya aplicamos esas prácticas de agricultura sostenible y de precisión como son las sondas o la inteligencia artificial incorporada al regadío para predecir las necesidades en función de las circunstancias del clima y del suelo”, destacó Rubira.

Sequía estructural

Si en el año 2010 hubo 96 días de sequía en Cartagena, 88 en Torre Pacheco, 65 en Lorca y 87 en Mazarrón, se prevé que en 2030 sean 109 días en Cartagena, 102 en Torre Pacheco, 75 en Lorca y 99 en Mazarrón.

Cultivos como el almendro se verán perjudicados en su floración, reducirán el periodo de polinización y tendrán merma de fruto, mientras que otros como los cítricos tendrán menor calidad y rendimiento. Si tenemos en cuenta que el 90 por ciento de la superficie hortícola es de regadío, se cree que el cambio climático podría poner en peligro la seguridad alimentaria en Europa.

Un aumento en 2 grados de la temperatura reduciría el caudal medio de agua en un quince por ciento, y bajarían un treinta por ciento las escorrentías, así como la recarga anual de acuíferos, lo que se califica desde Coag como una situación "muy grave".

La cuenca del Segura cuenta con 1.600 hectómetros cúbicos de uso de agua, de los que 1.200 aproximadamente son para la agricultura y del total, el 30 por ciento procede de pozos y el 16 por ciento del trasvase del Tajo, recuerda el estudio, que añade que el Plan Hidrológico de la cuenca ya prevé una reducción de hasta el sesenta por ciento en las extracciones de agua para preservar los acuíferos.

El seguro agrario además no está diseñado para estos eventos y, por lo tanto, Coag considera crucial adaptarlo a esta nueva circunstancia, con una cobertura básica general con un precio atractivo que cubra daños importantes que no puedan estar controlados por el agricultor y que estén vinculados a las subvenciones.

Asimismo se reclaman indemnizaciones extraordinarias derivadas del cambio climático que procedan del Consorcio de Seguros y un mayor apoyo de todas las administraciones, así como un seguro agrario europeo.