Cambio climático y sequía

El campo murciano pierde un 34 % de la superficie de cultivo en 10 años

La falta de agua y el cambio climático han acelerado la pérdida de terrenos que, unido a las tensiones económicas, dificultan la recuperación de la tierra cultivable

El olivar es uno de los cultivos que ha experimentado el crecimiento de la producción ecológica en los últimos años
Imagen de archivo un campo de olivaresLa RazónCoarval

La tierra de cultivo en la Región de Murcia ha experimentado en apenas una década un descenso notable en la superficie agrícola, lo que pone en alerta la supervivencia de uno de los sectores económicos más importantes y destacados de esta comunidad. Según los datos recogidos por el Centro Regional de Estadística de Murcia (CREM), en diez años la superficie de tierras de cultivo ha pasado de tener 546.768 hectáreas en el año 2014 a las 358.607 hectáreas registradas al cierre de 2023, lo que supone un descenso del 34,4 por ciento.

En concreto, donde más se ha notado esta disminución de terreno cultivable ha sido en la agricultura de secano, ya que frente a las 359.695 hectáreas de cultivo registradas hace ahora una década, únicamente se mantienen 194.526, es decir, un 45,9 por ciento menos que hace diez años.

Entre los secanos más destacados de la Región se encuentran los cultivos destinados a viñedo y olivo, predominan los cereales como la cebada, y lo frutales de secano como el almendro.

El descenso en el regadío, aunque menos notable, también llama la atención, ya que la superficie de cultivo ha pasado de las 187.073 hectáreas a las 164.081, un 12,2 por ciento menos. Entre los cultivos afectados, entre otros, se encuentran frutales como el melocotonero y albaricoquero, la pera o manzana, así las hortalizas como lechuga, coliflor, alcachofa y melón y, sobre todo, los cítricos, siendo el más perjudicado el limonero.

Así lo ratifica el secretario general de Asaja Murcia, Alfonso Gálvez Caravaca, quien asegura que la reducción paulatina de los cultivos en los últimos años se debe, especialmente, «a la feroz falta de agua» que ha provocado una «endémica sequía que está afectando gravemente al sector de la agricultura» regional.

En concreto en los cultivos del regadío, Gálvez Caravaca aseguró que se están viendo «muy afectados» por la falta de agua, que unido en muchos casos a la crisis económica y la inflación que vive Europa, así como el cambio climático en este momento «está creando unas tensiones en los precios muy importantes, que derivan en crisis tan fuertes como la que está viviendo este año el limón».

Todo ello, además, sumado a las «continuas y progresivas reduccionesdel trasvase Tajo-Segura», que se une a la falta de una política en desalación «clara y efectiva» por parte del Gobierno central de Pedro Sánchez. «Esto hace muy difícil obtener agua y paliar el déficit hídrico estructural que actualmente tiene la cuenca del Segura». Por ese motivo, reclama ayudas directas por parte del Gobierno de España. «Lamentablemente, esas ayudas no llegan, y la situación se está volviendo muy grave».

El secretario general de Asaja insiste en que se ha demostrado «que la desalación no es la solución, sino un parche que no es real ni la solución definitiva a un mal endémico ante la falta de agua que sufre el campo murciano».

Todo ello, «a pesar de los esfuerzos de los agricultores y también del Gobierno regional para intentar encontrar agua y solucionar la crisis agrícola que vive el campo». A su juicio, «se echa en falta que el Gobierno de la nación se preocupe más de los intereses de los agricultores y ganaderos tanto murcianos como españoles», lamenta.