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Trasvase

Lucas Jiménez: “El recorte al Tajo-Segura persigue arañarnos la cara al regadío”

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) asegura que van a dar la batalla en la calle contra el recorte del trasvase

Lucas Jiménez, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS) La Razón

Lucas Jiménez (Sangonera La Seca, Murcia, 1968) cumplirá el año que viene una década al frente de la presidencia del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (SCRATS). Es el quinto dirigente de esta histórica corporación. Lleva más de 30 años vinculado a las comunidades de regantes y, si alguien está autorizado para hablar de agua y de necesidades hídricas es, sin duda, él. Esta semana ha sido protagonista absoluto en la Región, por la concatenación de informaciones referentes al recorte al Trasvase. Asegura que van a dar la batalla en la calle y en Bruselas para tratar de revertir un cambio en las reglas de explotación, que consideran profundamente “injusto” y basado en criterios estrictamente “políticos”. El objeto de sus críticas más furibundas es el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, del que dice no entender su “obsesión enfermiza” por ‘cortar el grifo’ al Levante. Atiende solícitamente a LA RAZÓN en su despacho, en una entrevista en la que vuelve a hacer gala de autenticidad y de no tener ‘pelos en la lengua’.

Señor, Jiménez, ¿cómo está el ánimo de los regantes tras los últimos acontecimientos de esta semana?

Bueno, pasamos del estupor, ante la concatenación de episodios que hemos tenido en las últimas tres semanas. Una concatenación de episodios que, para nosotros, no es casualidad. Después de un año y pico de espera, la ministra anuncia en el peor momento, cuando más agua teníamos, una modificación de reglas de explotación, que iba a venir para reducir los envíos mensuales de agua. Después, vino la aparición del texto del Real Decreto, el informe del CEDEX. Misteriosamente, la proposición de ley de la asamblea murciana, aprobada en 2023, se fija para su debate en el Congreso el martes pasado. Y, al día siguiente, milagrosamente también, conocemos la sentencia que presentaron las plataformas ‘Pro Río’ del río Alberche. De la estupefacción pasamos a la indignación, con el fracaso de la propuesta legislativa de la comunidad autónoma. Y, al día siguiente, el miedo hasta que aclaramos cuál es la situación. Y, ahora, lo que hay, por lo que voy viendo, se va sumando mucha animosidad, muchas ganas de hacer un frente en condiciones contra estas decisiones, que nos van a ‘arañar la cara’ al regadío y a la ganadería de estas comunidades autónomas de cara a 2027.

¿Qué lectura hacen ustedes de la sentencia del Supremo, que obligaría al Ministerio a aplicar ese recorte al Trasvase ya, y que no esperaría al año 2027?

Lo dije ayer y lo repito hoy. Para mentir no hace falta estudiar, ni leer, ni nada. Lo que ha ocurrido es un contagio de una interpretación errónea, dada por Emiliano García Page, que soltó de forma inmediata y que siempre actúa con el mismo sistema. Es decir, cuando en el 2018 aparecieron las sentencias que exigían la implantación de caudal ecológico, empezó a justificar el aumento de caudal en el Alto Tajo en esas sentencias, cosa que ha quedado demostradísima que es falsa. La interpretación es sencilla: es un toque de atención al Gobierno a la planificación hecha en el Tajo, porque no se han tenido en cuenta ciertas connotaciones medioambientales. Pero esta sentencia vuelve a ratificar ese escalonamiento en la implementación de los caudales ecológicos, igual que hizo la sentencia precedente del Tribunal Supremo, dictada a raíz de la demanda de la Comunidad Valenciana. Luego, lo que hace es justo lo contrario: ratificar el sistema de escalonamiento de caudales hasta su entrada final en vigor en el año 2027.

Se refería usted precisamente al señor García-Page y, con palabras duras, dijo hace unas semanas que García-Page era igual que Puigdemont. ¿Cómo valora ahora esas palabras que decía de que “el Trasvase ya es historia, se pongan como se pongan”? Este discurso no ayuda, ¿no, señor Jiménez?

Ese discurso le ayuda electoralmente. No ayuda ni a sus ciudadanos, porque detraer del río Tajo 100 hectómetros cúbicos de agua sobrante no provoca ningún daño al Tajo, ni a los usuarios que tienen sobradísimamente conservadas sus necesidades de agua. Pero sí provoca un daño al Levante y sí se provoca el daño a una parte de la Nación, el daño repercute en toda la Nación. Por lo tanto, la única ventaja en toda esta historia son los intereses electorales de este señor, que tiene ya una actitud bastante chulesca a la hora de expresarse, ¿no? Esa necesidad compulsiva que tiene de sentirse superior una parte a otra parte del país, yo creo que es enfermiza, ¿no? Digo que es Puigdemont porque, por cierto, él critica mucho su actitud independentista, pero lo que está diciendo permanentemente es que el agua que circula por su comunidad autónoma es suya. No pertenece al cauce del río ni, como dice la ley, a todos los españoles. Entonces, por eso digo que, en su actitud y en su planteamiento, es el mejor representante de las teorías independentistas catalanas, que tanto él critica.

Ayer el secretario general del PSOE en la Región de Murcia, Francisco Lucas, anunciaba la construcción de dos nuevas desaladoras, una en Torrevieja, donde ya hay una y, otra, en Águilas. ¿Siguen manteniendo que la desalación es solo un complemento “caro” al trasvase Tajo-Segura? Porque lo presentan ahora como una solución.

Lo dice el Ministerio. Si analizamos las cuentas de ACUAMED, dicen que el metro cúbico de agua desalada vale 85 céntimos. Si tenemos en cuenta que la media que se paga por metro cúbico en España para riego está en torno a los 3-4 céntimos, ya se puede hacer una idea de cómo están siendo tratados el resto de competidores de los agricultores y de los ganaderos de estas regiones. Si la media del agua del Trasvase, pagando todos los costes, este año pasado se situó en torno a los 20 céntimos, si alguien nos puede dar, pero es imposible que nos den, porque depende del presupuesto general del Estado, tendrían que dar agua a un precio similar; no a un precio que cuadruplique el precio actual que pagamos por el agua del Trasvase. No tenemos nada en contra del agua desalada. De hecho, creo que los regantes del Trasvase han sido consecuentes y tienen una cintura que les permite una torsión ideológica en aceptar el agua desalada. Todos hemos accedido a concesiones de agua desalada. El problema del agua desalada hoy y, aquí en estas regiones, es doble. Primero, la que existe está secuestrada en la costa, no hay conexiones. La mayor planta desaladora de Europa, Torrevieja, está enclaustrada en la costa sin conexiones con la red de distribución general. Y, segundo, lo que se pretende ahora introducir como una novedad, no cuenta con respaldo presupuestario. Cuando algo en este país no cuenta con respaldo presupuestario cierto, es un cuento electoral, y estamos muy hartos de cuentos electorales. Porque, mire usted, las obras que motivaron el escalonamiento de caudal ecológico, que iban a servir para atemperar el castigo político del recorte del Trasvase: impulsión, ampliación de todas las desaladoras, fotovoltaicas... La inmensa mayoría de ellas no cuentan con presupuesto, ni tienen presupuesto, ni van a llegar en tiempo y forma. Y estamos hablando del ‘chocolate del loro’ con respecto a lo que costaría este sueño electoral, que está proponiendo ahora el Partido Socialista en la Región de Murcia. A toda urgencia, a toda prisa, para contrarrestar la concatenación de hechos a los que he mencionado, a los que he hecho referencia antes. Por lo tanto, cualquier recurso de agua es bueno, siempre y cuando sea a un precio asumible y sea real. El problema de este recurso es que no es real y no es asumible. Lo que estamos utilizando ahora es asumible, porque está bajo el paraguas del Real Decreto que negoció este Sindicato en su momento con el Ministerio. Durante diez años, sujeto a subvención, que fija el precio del agua en 33 céntimos el metrovcúbico. Pero que, aún así, a la comunidad regante, con todos los costes, le sale a 44, es decir, el doble de lo que cuesta el agua del Trasvase. Y a los regantes le sale a 44, más los costes fijos de la comunidad regante. Estamos hablando, en cualquier caso, incluso subvencionado, de un recurso que escapa a los precios que circulan por el país y por el resto del mundo. No nos vengan con nuevas inversiones que tenemos que pagar nosotros, cuando estamos al límite con inversiones en modernización de regadío. Todas las comunidades están empeñadas en modernización de regadío y los propios regantes están también inmersos en el proyecto de modernización de regadío. Las arcas de los regantes, las arcas de las comunidades de regantes están exhaustas para ahora, al final de los años, venirnos con una solución que pretenden que paguemos nosotros.

Ustedes han dicho que van a salir a la calle. ¿Cuándo van a anunciar ese calendario de movilizaciones y cómo van a hacer para ganarse la sociedad para que apoye una causa que, ustedes entienden, que es justa?

Yo dije ayer en Lorca que, en mi opinión, o sabemos impregnar a la sociedad civil de lo que va a ocurrir en 2027, que es un tema que va a afectar a todos, o saldremos a la calle. Pero yo no salgo convencido. Estas manifestaciones tienen que ser, como decía algún compañero suyo de medios de comunicación, tienen que ser unas manifestaciones sociales. Es decir, si la sociedad entiende que solamente los agricultores y los ganaderos tienen el problema, que solo ellos deben de manifestarse, poco recorrido les auguro a estas manifestaciones, porque ya hemos hecho muchas y no hemos avanzado en nada. Yo creo que, en esta ocasión, y yo estoy empeñado en conseguirlo, y yo creo que en esto me van a ayudar los alcaldes, me van a ayudar los representantes institucionales, incluso de todas las fuerzas políticas. Yo creo que, en este caso, las movilizaciones se harán conforme el proceso de información y comunicación de la situación vaya avanzando. Se comunicará esa hoja de ruta. Han de ser masivas y ha de participar la sociedad civil en bloque. Y en ello empeño también a la ciudad de Murcia. La ciudad de Murcia alberga un número importantísimo de ciudadanos de esta Región y, aparte, es una ciudad que no tiene una conexión tan directa, como pueda tener Lorca o como puedan tener otras capitales de la Región con el sector primario. Es decir, en Lorca, el sector primario está intercomunicado permanentemente con la ciudad. Confiamos mucho en que la actuación de las instituciones de la ciudad de Murcia hagan que toda la sociedad civil murciana participe de esos actos de protesta porque, repito, la situación que se va a producir en 2027 va a afectar. Estamos en economías conectadas, ese agujero que se va a producir va a afectar a toda la economía regional de Murcia. Aparte de las consecuencias económicas y ambientales que tengan para nuestras regiones, es que el ninguneo que significa García-Page es el ninguneo a estas regiones que está dando el Gobierno de la Nación. Donde sí vamos a centrar mucho el tiro va a ser en Bruselas. En Bruselas tenemos que estar. En la Comisión Europea, los órganos de gobierno de la Comisión Europea de Europa tienen que conocer qué pasa con el sector primario, que alimenta a Europa durante determinados meses del año. Es decir, durante determinados meses del año, cuando no se produce ni en Europa ni fuera de Europa, es la huerta de Europa, la huerta murciana, la huerta almeriense, la huerta de Alicante, es la que está suministrando de alimentación, una alimentación segura, con trazabilidad comprobada, a Europa. Tienen que saber que el Gobierno de la Nación está poniendo en riesgo todo esto por decisiones meramente políticas. Y, de nuevo, también tienen que saber que toda la sociedad civil, y ahí están incluidas todas las formaciones políticas, tienen que entender, tienen que asumir ya de una vez ,que lo que se hizo en la planificación del Tajo, es decir, detraer 100 hectómetros cúbicos de un río, que arroja a la frontera con Portugal en el peor de los años, 3.000 millones de metros cúbicos, es una decisión política. No hay ninguna necesidad ambiental. Todo lo que se ha argumentado es la forma de adornar, de darle consistencia técnica a una decisión política, de, hay que decir el nombre, de Pedro Sánchez, que fue quien anunció políticamente, sin datos técnicos, en un mítin electoral en Albacete, que iba a acabar con el Trasvase. Y todas las formaciones políticas, incluso en esta Región, incluso las que sustentan al Gobierno de la Nación, todos los políticos tienen que entender que, cuando se actúa así contra su pueblo, lo que tiene que primar no es el color político, ni los intereses electoralistas de ninguna formación política. En esos casos, lo que tiene que primar, lo que tiene que salir a la palestra, es el sentido de sentirse Región murciana, sentirse andaluz y sentirse alicantino o valenciano.