Opinión

De cañas con el Papa

A ocho de cada diez jóvenes españoles les gustaría irse a tomar unas cañas con Francisco. Es el resultado más sorprendente de una encuesta publicada por la revista «Vida Nueva» para celebrar los cinco años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio.

Otras respuestas de los encuestados le definen como una persona valiente, inteligente, cercana pero no populista, progresista pero no rebelde. Un conjunto de cualidades muy excepcional al que habría que añadir, en opinión del sociólogo González–Anleo, su humildad, su sencillez, su alegría «e íntimamente unido a lo anterior su humor». Lo cierto es que al comentar el primer lustro de este Papa hay diversidad de opiniones; algún comentarista español ha llegado a acusarle de ser un impostor y otros, desde posiciones ultramontanas, le atacan por considerarle un demoledor de la fe católica y un pontífice autoritario y divisor. No es necesario ser creyente para constatar que Francisco es hoy considerado como uno de los grandes líderes mundiales; hasta el «China International News Forum» le ha incluido en su lista de los diez hombres más influyentes del planeta. Yo destacaría su impulso reformador de una Iglesia que necesitaba ponerse al día; ese es el significado exacto de la palabra «aggiornamento» síntesis del espíritu del Vaticano II que convocó san Juan XXIII y llevó a cabo el beato Pablo VI que este año será beatificado por su agradecido sucesor.