Opinión
Decanato
Los decanos de cualquier institución son los de mayor edad. Para no variar en la Iglesia la norma es diferente. El Colegio Cardenalicio tiene como decano al Cardenal Angelo Sodano que en el 2005 sustituyó a Joseph Ratzinger obligado a abandonar dicho cargo por haber sido elegido Papa. Sodano ha cumplido novena y un años que lleva admirablemente bien, pero va a abandonar el Decanato del Colegio Cardenalicio. Hasta entonces el Decano era elegido por los cardenales que pertenecen al orden de los Obispos; es decir los seis titulares de las llamadas diócesis suburbicarias cercanas a Roma Ostia- Albano, Frascati, Palestrina, Porto-Santa Rufina, Sabina y Velletri. Respectivamente los cardenales Sodano, Bertone, Saraiva, Etchegaray, Re y Arinze.
Pero hace una semanas Francisco ha incluido en este Orden de los Obispos a otros cuatro: Parolin, Secretario de Estado; Sandri, Prefecto para las Iglesias Orientales; Ouellet, Prefecto de la Congregación de Obispos y Filoni, responsable de la Evangelización de los Pueblos. Parecería en principio una cosa sin importancia, pero la tiene porque cuando se reúna el colegio de electores que deberá elegir al nuevo Decano el balance de fuerzas será mucho más equilibrado y, por lo tanto, más asociable a la línea marcada por Bergoglio.El puesto de decano adquiere toda su importancia en el período de la Sede Vacante puesto que preside las reuniones de los Cardenales previas al Cónclave y, de algún modo, puede crear un clima más favorable a la elección como nuevo Papa de un determinado cardenal. Nunca será un factor decisivo pero puede ayudar. Creo que se me entiende lo que quiero decir.
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