Juventud...

... divino tesoro, sentenciaba la vieja sabiduría de la humanidad y la Iglesia coincide del todo con esta apreciación. Así se explica que el Papa Francisco haya decidido convocar una Asamblea del Sínodo de los Obispos para tratar el tema «Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional» ( del 3 al 28 de octubre).

Uno de los acontecimientos preparatorios de este acontecimiento han sido las jornadas organizadas por la Conferencia Episcopal italiana el sábado y el domingo pasados con el lema «Por mil caminos hacia Roma». Casi cien mil muchachos y muchachas llegaron desde los cuatro puntos cardinales del país hasta el Circo Massimo de Roma para compartir preocupaciones y esperanzas, rezar y escuchar las palabras de Bergoglio.

Este, como suele, no se anduvo por las ramas y fue directamente al grano: «Sed protagonistas del bien... no dejéis nunca que os roben vuestros sueños...haced que vuestros sueños sean vuestro futuro...buscad “maestros buenos” que os ayuden a concretarlos... no uséis esas pastillas que no te hacen soñar, que te duermen el corazón, te queman las neuronas y te arruinan la vida».

Antes de despedirles les hizo otra recomendación: «Decid no a la cultura de la muerte que se manifiesta en la huida de la realidad hacia una felicidad falsa que se expresa en la mentira, en el engaño, la injusticia y el desprecio a los otros». Un vademécum que los jóvenes que le escuchaban se llevarán en sus mochilas y, sobre todo, en sus mentes, una semilla que sin duda producirá sus frutos.