El derecho de Israel

Almorzando en Buenos Aires con el Embajador de Israel le inquirí sin esperanza: «¿Es posible que tengáis submarinos convencionales con lanzaderas nucleares navegando constantemente frente a la costa?». Rio largamente. «No lo sé; no soy marino. Pero nos vendría muy bien que todo el mundo lo creyera». El sionismo decimonónico del periodista judío y austrohúngaro Herzl (muy anterior a la Shoah) es discutible como todo y ha tenido sus versiones pero parece haber hecho olvidar que el 29 de noviembre de 1947 el plenario de Naciones Unidas votó la partición de Palestina bajo administración británica por 33 votos a favor, 13 en contra y 10 abstenciones. EE UU y la URSS votaron a favor. El mundo árabe intentó arrasar el nascituru Estado en palitroques de Israel, hasta hoy.

Solo Egipto acepta la existencia legal de Israel (al margen de Moisés) y a Anwar el Sadat le costó la vida. La belicosidad israelí ha sido defensiva, excepto una preventiva y la colaboración con Reino Unido y Francia por el control del Canal. Palestina es un protoestado en dos territorios separados como en su día lo fueron Pakistán y Bangladesh: Cisjordania y la Franja de Gaza. La primera militarizada y la segunda gobernada por la organización terrorista Hamas cuya pretensión es la destrucción de Israel y arrojar al mar a sus habitantes. Netanyahu pasará y vendrán otros Simón Peres (sefardita) pero no estamos ante la cuadratura del círculo entre semitas, hijos de Noé. Bill Clinton cuenta en sus memorias cómo en Camp David Barak y Arafat alcanzaron un preacuerdo a falta de firma. Moratinos, luego responsable de la política exterior de Zapatero, era parte del Estado Mayor diplomático, y recuerda que estaban repartidos hasta los pozos de agua y la ayuda internacional a la que contribuía Israel.

Adujo Arafat que si firmaba aquel papel le asesinarían los suyos, como acabó ocurriendo, al menos según su viuda. La mayor matanza de palestinos fue a manos de Hussein de Jordania, en aquel septiembre negro, tras el asesinato de su primer ministro y dos atentados contra el rey hachemita. Borrell va a reconocer el Estado Palestino para seguir sumando problemas de utilería.