Viajando

Las personas que han cumplido o superado los ochenta años suelen llevar una vida sedentaria y viajan sólo en contadas y excepcionales ocasiones. Es una regla de la que se escapa el actual Papa que cumplió 82 años el pasado 17 de diciembre.

Para este año ya están confirmados oficialmente los siguientes viajes: a Panamá para asistir a la Jornada Mundial de la Juventud, a los Emiratos Árabes Unidos para participar en un encuentro sobre «Fraternidad Humana»; a Marruecos por invitación del Rey Mohamed VI y a Bulgaria y Macedonia países de mayoría ortodoxa.

Pero la lista no acaba ahí puesto que el mismo Bergoglio ha anunciado que viajará también a Mozambique y Madagascar y , antes de que acabe el año, a Japón. Las fechas de estos últimos desplazamientos están por confirmar. En el 2019 el Obispo de Roma se hará, pues, presente en cuatro de los cinco continentes del planeta.

Desde que fue elegido sucesor de Benedicto XVI , en marzo del 2013, Francisco ha abandonado las fronteras italianas en 24 ocasiones y, si sumamos, los viajes previstos para este año serán treinta. Sus preferencias le han dirigido hacia las periferias geográficas del mundo y estadísticas de la Iglesia; únicas excepciones sus visitas en Estrasburgo al Consejo y al Parlamento europeo y en Nueva York a la sede de las Naciones Unidas.

Pero hay otros viajes sino en cartera al menos en su ánimo como, por ejemplo, la lejana China con la que la Santa Sede ha firmado un histórico acuerdo sobre el nombramiento de Obispos. No parece sin embargo apremiado por volver a su país natal Argentina a pesar de haber viajado a todos sus países limítrofes. Le horroriza ser «manipulado» por las fuerzas políticas de sus compatriotas.