Opinión

Sínodo de los jóvenes

Del 3 al 28 de octubre del pasado año tuvo lugar en el Vaticano la Asamblea del Sínodo de los Obispos sobre los jóvenes que se destacó por la presencia algo más que simbólica de algunas decenas de muchachos y muchachas de los cinco continentes junto a dos centenares de cardenales y obispos. El Papa subrayó esta «voz» nueva y prometió que la tendría en cuenta a la hora de redactar su Exhortación post sinodal.

En un principio algunos medios informativos se adelantaron a anunciar que Francisco haría público su documento durante la Jornada Mundial de la Juventud que se celebró en Panamá en enero. Demasiado pronto dieron a entender algunas fuentes vaticanas próximas al Pontífice.

Ahora se ha sabido que Bergoglio la hará pública el 25 de marzo, festividad de la Anunciación, en el curso de una visita relámpago que hará al famoso santuario de Loreto, en provincia de Ancona, donde según la tradición se conserva la casa de María en Nazaret.

Me atrevo a pronosticar que será un texto importante muy lejano de la habitual literatura curial porque este Papa es muy consciente de que sin la incorporación de las nuevas generaciones a la vida de la Iglesia esta perderá la batalla evangelizadora del futuro. Sobre todo en un momento en que las desastrosas noticias sobre la avalancha de los fenómenos de pederastia clerical amenazan con destruir la credibilidad de la Iglesia y del pontífice argentino en particular.

Lo preanunció Francisco en su discurso de clausura al pedir a los jóvenes que no perdieran su confianza en la Iglesia de Jesucristo a pesar de las debilidades y pecados de algunos de sus miembros por muy importantes que estos sean.