Opinión

Arabesco colateral

La cúpula de Podemos se ha cepillado a Echenique. Responsabiliza al argentino del batacazo electoral y la riada de votos que ha perdido la formación morada en los últimos meses. La cúpula de Podemos son dos, enamorada pareja, y habita en el chalé popular de La Navata. Iglesias es el número uno, Montero la número dos, y Echenique era el número tres. Como las decisiones de guillotinar cabezas las adopta la cúpula, por lógica el primer candidato a ofrecer su cuello era el número tres. El uno y el dos son intocables, lógica inmunidad.

Así que Echenique ha dejado de ser el Secretario de Organización de Podemos y para consolar su decepción y melancolía ha sido nombrado Responsable de Acción de Gobierno y Programa, nuevo cargo que suena de dulce. Es lo que Peter denomina en su célebre Teoría, un arabesco colateral. Parece una responsabilidad importante y carece de contenido. Un continente sin contenido, una casa sin muebles, un barco sin camarotes y un agradable Safari sin elefantes, búfalos, leones y leopardos. La cúpula es así de injusta e inmisericorde.

El cargo con arabesco colateral es muy frecuente en las grandes multinacionales. Contaba Peter, más o menos, que el Director General de un importante Banco americano, fue responsable de una operación negativa para la entidad. Le unía una profunda amistad con el presidente del Banco, y los consejeros solicitaron su inmediata expulsión. El presidente hizo valer su lugar en la jerarquía, destituyó a su amigo de la dirección general y le nombró «Asesor Mundial de Eventos y Celebraciones adjunto al Presidente». Así rezaba en su tarjeta de visita, y mantuvo su cargo hasta la jubilación sin haber asesorado mundialmente al Presidente en evento o celebración alguna. Su tarea consistía en llevarle el café al presidente cada mañana y contarle el último chiste verde, que eran los preferidos del máximo mandatario.

Ignoro si Echenique cuenta bien los chistes, pero presumo que no. No lo encuadro en esos menesteres. No le pega el alarde del gracejo. Así que ya me dirán a qué se va a dedicar desde su arabesco colateral como Responsable de Acción de Gobierno y Programa y de la Comisión de Seguimiento. Resulta curioso que esta gente, asambleísta y participativa, acepte sin rechistar que una pareja de enamorados gobierne con poder omnímodo el desbarajuste de Podemos, que es desbarajuste gracias a la incompetencia, la prepotencia y la altanería de la pareja de chorlitos. Los gerifaltes podemitas son los máximos responsables del derrumbamiento morado, y mientras Soros no conceda el permiso para sustituirlos, ahí seguirán con lo suyo y a lo suyo, que la verdad sea escrita, es para miccionar y no echar gota.

No se trata de elogiar a Echenique, que lo ha hecho muy mal. Por otra parte, se ha cerrado las puertas de Errejón, al que ha insultado con inoportunidad. Cuando los dirigentes de un partido principian a depurarse los unos a los otros, y unos se van y otros se quedan, lo que falla en ese partido es la cabeza, o las cabezas de la cúpula, que son dos y habitan en el chalé popular de La Navata. El número tres tiene mucha culpa del tortazo, pero no toda. Ignoro quién es el cuatro de Podemos, pero ya puede ir encargando sus nuevas tarjetas de visita: «Segundo Responsable de la Subcomisión de Seguimiento, de Gobierno y Programa, y llevador de moka y Colacao al lecho de los máximos dirigentes en el Desayuno». Moka, no café, que suena a más moderno.

Se veía venir que Echenique no estaba destinado a nada destacable. Iglesias es implacable, y le ha quitado el sillón, pero no la silla de la Seguridad Social. Cuando lo haga, le recomiendo que se dirija a don Amancio Ortega. Tendrá la mejor del mercado, y podrá no hacer absolutamente nada con mucha más comodidad que ahora.

Y la cúpula, a vivir, que son dos días.