Opinión

Juan Ramón Amores

Hay apellidos que definen a las personas que los visten. La historia está llena de ejemplos, unos mejores que otros. Esta vez, es uno de los buenos, de esos que invitan a sonreír con fuerza y con motivo. Juan Ramón Amores es el nuevo alcalde de La Roda, en Albacete. Hace cuatro años le diagnosticaron esclerosis lateral amiotrófica. Hay enfermedades cuya sola mención petrifica y la ELA es una de ellas. Le dieron tres años de vida pero no los cogió y decidió hacer otros números.

Lejos de dejarse llevar por la flaqueza y el miedo que la lógica justificaría, decidió tomarse el contratiempo como un reto y seguir soñando. Sin pretenderlo, o quizá sí, dio con la fórmula de cómo se debe vivir la vida: soñando, retándose a sí mismo y al destino, ocupándose más que preocupándose. Retos y sueños. Ese es su programa de vida, quizá también de gobierno. Él sabe muy bien de lo que habla, al menos, como persona, que es la condición que siempre debe anteponer un político al ejercicio del cargo.

Decía Mark Twain que si votar sirviera de algo, no nos dejarían hacerlo. Viendo el circo montado por nuestros políticos este fin de semana, solo podemos ratificar sus palabras. Pero la historia de Juan Ramón Amores parece distinta. Desconozco cómo lo hará al frente de la alcaldía, espero que bien. Pero alguien que mira de frente a la vida y a las cosas que verdaderamente importan, es fuente de esperanza. Cada vez me interesan más las personas con una historia que contar. Espero que la próxima vez que pare en La Roda, algo que hago mucho, tenga la suerte de saludarle.