Opinión
Cada vez más Princesa
La incorporación de la Princesa de Asturias a la actividad institucional es ya imparable. La heredera de La Corona asume plenamente su papel dentro de la estructura de la Familia Real que desea, sin duda, que la sucesora de Don Felipe participe de forma mucho más activa en los actos de la agenda oficial de la institución. Hace unos días, el Palacio de la Zarzuela anunciaba su asistencia el próximo otoño por primera vez a los actos de entrega de los premios de la Fundación Princesa de Asturias y a los de la Fundación Princesa de Girona aunque no se especificó si iba a ser ella la que entregaría los galardones a los premiados y pronunciaría su primer discurso ante el público.
Es un paso importante por parte de la Casa del Rey que la Princesa de Asturias participe de forma tan activa en la cita anual que congregará en Oviedo a personalidades muy prestigiosas de todo el mundo y que vaya a asumir esa responsabilidad a la misma edad que su padre, el actual Monarca. Será, sin duda, una gran oportunidad para que se vaya conociendo a la joven Princesa en el ámbito internacional y también un momento para demostrar que su preparación está siendo la adecuada para la que está llamada a ser la futura Reina de España.
Un detalle a tener en cuenta es el exquisito cuidado que los Reyes, sus padres, están teniendo para que su hija menor, la Infanta Sofía, no se sienta menoscabada por el hecho de ser la segunda en la línea sucesoria de la Institución monárquica y estar en un lugar inferior al de su hermana dentro del protocolo de la Casa Real. Hasta ahora, aunque el protagonismo fuera para la Princesa Leonor, como cuando recibió el Toisón de Oro o en el acto de lectura de un artículo de la Constitución, la Infanta Sofía ha estado cerca de su hermana y así va a seguir siendo siempre que las circunstancias y las obligaciones del protocolo lo permitan.
Quienes las conocen bien y están cerca de ellas aseguran que Leonor y Sofía se quieren mucho, se llevan bien a pesar de que sus temperamentos son muy distintos y no hay celos entre las hermanas.
En el acto de entrega de las condecoraciones a 41 ciudadanos celebrado ayer en el Palacio Real, se notó esa buena sintonía cuando las hijas de los Reyes dejaron espontáneamente el sitio de honor que ocupaban para ayudar a la centenaria de 107 años a regresar a su asiento después de que su padre le impusiera la insignia de la encomienda de la Orden del Mérito Civil. Otro detalle fue que la Casa del Rey invitara a estar en el acto a las alumnas de un colegio que lleva el nombre de Leonor pero que tienen la misma edad que que Sofía.
La nueva etapa pública de la sucesora de Don Felipe, que ya se inició el año pasado y que este año cobrará más fuerza, va a servir para que la ciudadanía vaya cogiendo más afecto a las hijas de los Reyes, que estaban quizá demasiado protegidas, lo que creaba un sentimiento de distancia y lejanía por parte de la opinión pública. Según los filósofos griegos de la época clásica, para amar a alguien, hay que conocerlo a fondo. Sin conocimiento no puede haber amor. Así que bien está que a partir de ahora empecemos a familiarizarnos con una joven Princesa de la que dicen quienes la conocen que es dulce, responsable y buena. Bienvenida la iniciativa de los Reyes que permitirá a los ciudadanos a conocer más a fondo a Leonor.
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