Opinión
La geógrafa
He dejado pasar unos días con la esperanza de que el conflicto se solucione sin recurrir a las armas. Una guerra entre China y Rusia nos afecta a todos los que habitamos este planeta tan caprichoso. Como saben, a finales de agosto, la vicepresidenta del Congreso, la podemita doña Gloria Elizo, hurtó 54.000 kilómetros cuadrados a Rusia y se los entregó a China. Los rusos, hasta el momento, han permanecido a la expectativa sin adoptar medidas radicales, pero doña Gloria no ha rectificado su decisión. La superficie, ayer siberiana y hoy china, que doña Gloria ha entregado a los simpáticos amarillos sin solicitar el conveniente y pertinente permiso a Putin, es superior a la de toda la Unión Europea. La cosa va de incendios. Doña Gloria carece de poder para arrebatar la Amazonia a Brasil y entregársela a Venezuela. Me refiero a la Amazonia que se ha quemado, unos 7.000 kilómetros cuadrados de selva calcinada. Lo intentó, pero no consiguió los apoyos suficientes. En vista de ello, a sabiendas de que en Siberia se había declarado un incendio pavoroso ocho veces mayor que el amazónico, doña Gloria renunció a conversar y pactar, y de un plumazo, desde su despacho de vicepresidenta del Congreso, ordenó a sus subordinados la inmediata expropiación de 54.000 kilómetros cuadrados de la siberiana Rusia con la finalidad, firme y progresista, de entregárselos a China. Los chinos, que no habían solicitado el territorio de Siberia, y que no recuerdan haber tratado del asunto con doña Gloria Elizo, están ciertamente asustados. Por poderosa que sea la maquinaria bélica de los chinos, la fuerza guerrera de Putin es superior, y aguardan acontecimientos desagradables. Un ejemplo del inmenso poder que reúne la mujer española en su empoderamiento ése.
Los bosques de Siberia son interminables, y la primavera y verano siberiano se caracterizan por regalar a sus visitantes unos paisajes portentosos. Allí viven decenas de miles de osos, pardos y negros, el corzo siberiano, más grande que el occidental, urogallos y liras, el tigre de Siberia y toda suerte de cérvidos, ungulados y suidos, siendo el jabalí de la península de Kamchatka, muy temido por los leñadores y guardas forestales. Sus ríos están rebosados de salmones y truchas, y en Siberia nació María Sharapova, que no es una tontería y menos aún, una casualidad del destino. Nació en Siberia porque su madre, además de siberiana, vivía allí. Del padre no opino porque no es persona que me inspire confianza. Pues bien. Por decisión unilateral o fallo geográfico de doña Gloria Elizo, los bosques, los ríos, los osos , pardos o negros, los corzos, urogallos, liras, tigres, cérvidos, ungulados, suidos, salmones, truchas y María Sharapova, pertenecen en la actualidad a China, según la nueva ubicación que le ha concedido la culta geógrafa doña Gloria. También en Siberia se ubicaban muchos de los campos de concentración comunistas de Stalin, donde murieron de balas, de hambre y frío más de cincuenta millones de presos políticos de la URSS, más o menos el mismo número de habitantes de España, que en la actualidad son vicepresididos en su Congreso de los Diputados por la caprichosa geógrafa de Podemos.
Estimo adecuado que si doña Gloria Elizo se ha permitido el lujo de arrebatar Siberia a los rusos y entregársela a China, yo no extralimitaría mis derechos de terrícola, agradeciendo a Putin su prudente paciencia y solicitándole que no reaccione violentamente y mantenga la calma como hasta hoy. Me consta que los chinos no desean quedarse con Siberia, y si están demorando la pública devolución del territorio que doña Gloria les ha anexionado porque sí, tararí que te vi, es por temor al temperamento volcánico de doña Gloria, que en China es conocida como Tai-Lo-Sing, que significa «la geógrafa que confunde los mapas y se enfada mucho cuando se lo recuerdan».
Mejor así que declarando la Tercera Guerra Mundial. El gordo loco de Corea del Norte aprovecharía la confusión para atacar Corea del Sur, y los americanos no tendrían más remedio que intervenir, en ésta ocasión a favor de los intereses rusos. A los chinos no les llega la camisa al cuerpo, y se han puesto en contacto con el Gobierno en funciones de España para pedirle explicaciones, pero el Gobierno en funciones no se ha puesto al teléfono, y doña Gloria Elizo ha ordenado a su secretarios y asesores que, de llamar los chinos, les digan que está reunida.
Ahora entiendo el lío que los podemitas están protagonizando en España. Lo de Siberia y China nos queda lejos, pero si un día la geógrafa se levanta con el pie izquierdo, mira el mapa de la península, y se presenta en Lisboa, es capaz de apropiarse de la desembocadura del Tajo. Y con Portugal, mucho cuidado, que es una nación seria, con una izquierda seria y un orgullo bien merecido.
Ha estado usted a punto de armar la gorda, doña Gloria. Por burra.
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