Opinión

Memorable éxito

Nos ha salido a los españoles por un ojo de la cara, pero el éxito ha sido memorable. Admitan mi corrección escritora. Ojo de la cara. Algunos dicen o escriben «un huevo de la cara», cuando en la cara no hay huevos. Los mismos que confunden la «piel de gallina» con «los pelos de gallina», a sabiendas de la total ausencia pilosa en las simpáticas gallináceas. Bueno, hay gallinas con pelos, pero no son aves, y no es mi intención dedicarles mi texto de hoy.

«Avui» –algo de catalán es obligatorio–, después de dos semanas de reuniones, de la participación de más de 25.000 congresistas, de millones de euros invertidos para hospedar, trasladar, alimentar y calmar la sed de todos los políticos, científicos, naturalistas, químicos, físicos, además de Al Gore, Bardem y la nena, la Cumbre del Clima se ha clausurado con un acuerdo memorable. Discutir en la Cumbre de 2020 todo lo que se ha debatido en la Cumbre de Madrid para alcanzar la ansiada resolución en los próximos años. Es decir, lo que se hace en las empresas cuando el comité directivo considera que el tercer punto del Orden del Día es una majaderia. «Lo dejamos para la próxima reunión». Y lo dejan para siempre.

La niña de mal carácter, no ha retornado a Suecia navegando sobre un catamarán, porque ha terminado del catamarán hasta las narices. Lo ha hecho en tren. En primera clase y gratis total.En la compañía alemana de trenes se han enfadado con ella. Sus padres, sus asesores de imagen y su séquito de funcionarios, tuvieron la feliz idea de inmortalizar el viaje de Greta por la red de vías germanas fotografiándola en el suelo de un vagón. Y la compañía nibelunga de trenes le ha tirado de los pelos, que ella sí tiene pelos, no como las gallinas, aunque existan gallinas con pelos, pero no viene a cuento repetirlo. Y en un comunicado, los alemanes le han dicho a esta niña tan mal educada –no va al colegio–, que se deje de historias y mentiras, y que tanto ella como los suyos han sido excepcionalmente tratados en el tren alemán, recibiendo toda suerte de atenciones y ocupando un amplio sector de los compartimentos reservados a los viajeros que pagan el billete de primera Clase. Esta niña, en pocos años, se convertirá en la Hebe de Bonafini del calentamiento global, cobrando un dineral por sus conferencias, alojada en los mejores hoteles del mundo, y llevada por los aires en los aviones privados que fleta Al Gore para no hacer colas en los contaminantes aeropuertos.

Pero estos contratiempos carecen de importancia si el objetivo se cumple. Y la Cumbre de Madrid ha constituído un éxito histórico. No se ha llegado a ningún acuerdo. Pero se ha rozado la unanimidad en los piensos para los conejos de granja –emisores de CO2–, y en la prohibición de cazar osos polares en el Ártico, que ya estaba previamente terminantemente prohibido.

Y se me olvidaban el porrón moñudo, la terrera marismeña y la alondra de Dupont. El porrón moñudo (Aythya fuligula), la terrera marismeña (Calandrella Refescens) y la alondra de Dupont (Chersophilus Duponti), han desaparecido en la isla de Borneo. Lógicamente, por el calentamiento global que afecta con especial dureza a tan hermosa ínsula. Pero la alarma se ha aliviado. Reunidos Greta Thunberg, Javier Bardem, Al Gore y Carmen Calvo, después de analizar las causas que han llevado a la extinción en Borneo del porrón moñudo, la terrera marismeña y la alondra de Dupont, los cuatro científicos acordaron tranquilizar al mundo con este optimista y acertado diagnóstico. Han desaparecido de Borneo porque jamás han sido vistos en Borneo. Se trata de aves de anidación, eclosión de huevo, fase de polluelos y vuelo de adultos de origen exclusivamente europeo. Y nos congratulamos todos los amantes de la ornitología, porque nos habían metido la presión y la angustia en nuestros cuerpos.

Es decir, que para algo, aunque sea poco, sí ha servido la Cumbre del Clima de Madrid.

Enhorabuena a los diferentes ramos de la Hostelería.