Metas

Decía Nietzsche que quien tiene algo por lo que vivir, es capaz de soportar cualquier cómo. Y es que tener un sueño, unos objetivos en la vida, una meta donde llegar, es fundamental para evitar que otros decidan por nosotros y/o acaben viviendo nuestra propia vida.

Por ello, a punto de comenzar 2020, pongámonos metas y sepamos qué queremos en la vida para evitar que alguien manipule nuestra existencia.

Los momentos en los que uno se encuentra precisamente más perdido es cuando no tiene un rumbo a donde ir. Sin embargo, teniendo un objetivo claro en la vida y sabiendo manejar las velas de nuestro barco, todos los vientos son favorables.

Esto nos permite además vivir con pasión y sentido, no con hastío y teniendo la sensación de que vamos a la deriva o peor aún, con el piloto automático puesto sin disfrutar del momento y permitiendo a los demás que se adueñan de nuestro destino.

Si lo que queremos es tener éxito hay que fijarse unas metas, cada vez más exigentes para ir consiguiendo objetivos poco a poco y no perder la motivación ni tirar la toalla, y no ver los obstáculos como enemigos sino como alicientes para no quitar la mirada de la meta.

La falta de metas es lo que crea el mayor obstáculo del ser humano: miedo. Vemos barreras y amenazas cuando no tenemos trazado un buen plan, que lo que consigue es que veamos las posibilidades para lograrlo, el camino a seguir y, lo más importante: fe y confianza en que lo lograremos, dos ingredientes que, como el amor, ahuyentan el miedo.

Porque precisamente lo bueno de tener un objetivo en la vida es que te focalizas en él, y no en las dificultades que puedan ir apareciendo o en esas molestas preocupaciones que no llevan a ningún lado.

Fijarse objetivos es tan importante como escribirlos en un papel. Así que sin perder más tiempo: toma boli y papel y a pedir y proyectar todas esas metas a lograr en el ansiado 2020.