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Opinión

La oposición

Lo vivido y lo escuchado en la sesión de investidura nos da una idea de la elasticidad y resistencia de nuestras instituciones. Aguantan, pero si siguen jugando con la resistencia de los materiales se va a venir el encofrado abajo y luego llegarán los lamentos. Ha sido un ejemplo de lo bajo que puede caer en sede parlamentaria la ética y la estética pero queda el consuelo de que la legislatura no podrá seguir por esos derroteros. Es metafísicamente imposible un «crescendo» sobre lo dicho y lo interpretado. Así que como ya tenemos Gobierno, hoy se completará la lista de ministros, nos falta el otro elemento esencial de la dinámica parlamentaria: la oposición. Para el fluir democrático es necesario que ambas cuestiones sean percibidas con nitidez. En la España del bipartidismo o eras una cosa o eras la otra, luego el nacionalismo catalán y vasco se encargaban de complementar las necesidades. Ahora ser oposición hay que trabajárselo porque ha dejado de ser una cuestión cuantitativa, de número de escaños. La oposición tiene dos elementos motrices: la erosión y la construcción de alternativas. En la derecha, del centro al extremo, hay ahora mismo tres fuerzas que pugnan por ese triunfo, el PP tiene toda la ventaja. En las llamadas cuestiones ideológicas se pueden encontrar los matices, pero hace tiempo que se ha renunciado a los debates necesarios. Además las necesidades de apoyo en los gobiernos municipales y autonómicos impiden matizar las aristas. Ya hay quien tiene elaboradas teorías sobre la confluencia de las «derechas» en próximos comicios. Eso es hacerse trampas al solitario. Puede que lo que vaya quedando de Ciudadanos se sume a las filas populares o no, lo que está claro es que VOX quiere su espacio y lo va a defender. Les falta encontrar el punto en el que confluyan ese espacio y el tiempo presente porque trabajan con un «marco» anterior a las Cortes de Cádiz. Si en lo ideológico, por pereza o necesidad, no llegan los ajustes tendrán que hacerlo en lo formal. ¿Qué hacer para diferenciarse? Quedó claro después de la manifestación de Colón, la puesta de largo de los de Abascal con palmeros, que en este tipo de muestras gana VOX. Valga como ejemplo la conmemoración de la Toma de Granada donde el PP ha sido barrido en la última toma. En la política de «pin, pan…toma lacasitos» siempre va a ganar el más viral. Así que para mantener la diferencia a los populares les queda trabajar en la construcción de alternativa y eso se consigue cuando el personal ve «ministrables». Es el tiempo de los guiones.