Opinión
Virus, demagogia y boomerang
Esparcir la demagogia tiene sus peligros y uno es que suele tener un efecto boomerang. Así está quedando de manifiesto con el corona virus. En lugar de señalar que la gripe, por ejemplo, causa en España diariamente muertes, que el año pasado le costó la vida a más de seis mil personas y afectó a más de medio millón de ciudadanos, no han sido pocos los que se han sumado a esparcir el pánico en ocasiones arrimando de manera descarada el ascua a su sardina. El corona virus era una plaga porque venía de China, estaba ocasionado por el socialismo –ahí es ná, Luisillo– e iba a tener efectos que dejarían pequeña a las plagas bíblicas. Ya. Pero van pasando los días y en China, el número de curados ya supera al de muertos, el primer país en padecer la enfermedad es ahora Corea del sur, democracia aliada de los Estados Unidos, y se empieza a percibir cómo por eso del corona virus hay quien intenta aprovechar para rectificar la bolsa recalentada o para despedir a empleados que es algo que nunca viene mal para equilibrar balances. Para colmo, el corona virus a medida que se acerca a casa se convierte, milagrosamente, en un fenómeno menos dañino. Cuando el foco principal estaba en China las imágenes de los medios eran truculentamente ridículas y se nos anunciaba el apocalipsis. Sin embargo, ha sido irse desplazando hacia occidente y el llamamiento a la calma es conmovedor. Resulta que el corona virus es más peligroso si se da en Wuhan que, por ejemplo, al lado de tu casa en Valencia o Barcelona. Quizá es que, como la sidrina asturiana, pierde la fuerza al desplazarse hacia el sur. Innegable resulta el beneficio que le sacan algunos. Bloomberg está difundiendo una propaganda de cara a las primarias donde se acusa directamente a Donald Trump de ser el culpable de que el corona virus haya llegado a Estados Unidos –el que no se lo quiera creer que reviente– mientras que él, con seguridad, lo contendría. En España, el gobierno de Sánchez, menos tonto de lo que parece a primera vista, ya está achacando la responsabilidad de la crisis que ha ayudado a crear con sus desdichadas medidas económicas al corona virus. Ya sólo falta encontrar un chivo expiatorio religioso para cargarle la culpa como a los judíos durante la peste negra.
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