Una vida perdida

Trato siempre de ser positiva. Sé que es lo más sano, social y emocionalmente. Pero hoy siento un profundo dolor. El mismo que ha extendido el Covid-19 llevándose a tantas personas, quince o veinte años antes de tiempo. Y a otras mucho antes.

La esperanza de vida ha aumentado tanto en nuestro país que con una buena alimentación, paseos moderados y recomendaciones de tantos libros que nos enseñan a vivir mejor y con más salud, también se puede alargar la vida.

El optimismo vital, la ilusión, las ganas, son predictores de muchos años de vida. En España sabemos mucho de optimismo, buen talante y buen vivir. Además contamos con un gran aliado: buen clima. Por esto es tan buen lugar para el turismo de todo tipo, especialmente de los que están en la llamada tercera edad. Los que mejor invierten su tiempo ya que por fin llega el momento, solamente, de disfrutar.

Sin embargo, el Coronavirus nos está robando a muchas personas de una generación que probablemente sea la más curtida, la más resiliente, ya que sin tener la posibilidad de estudiar una carrera, sin demasiados recursos y en las circunstancias adversas de una postguerra que dejó hambre y precariedad, han trabajado incansablemente desde muy tierna edad, han cotizado muchos más años que cualquiera de nuestra generación, nos han ayudado e inspirado en tiempos de crisis y estaban siendo incluso la mejor cobertura para ayudarnos en la logística de los hijos, de hecho, gracias a ellos muchos pudimos continuar con nuestras carreras profesionales sin tener que renunciar a nada. Mientras que ellos tuvieron que sacrificar muchas cosas y renunciar a muchas otras.

Contra esta insuperable e inolvidable generación, que además aprendió a convivir en una España política partida en dos, sin rencores y siendo parte de una transición ejemplar, el virus es implacable. Sin duda será por siempre lo más doloroso de esta crisis sanitaria mundial. Porque la economía se recuperará. Podremos hacer que vuelva a funcionar.

Sin embargo, una vida perdida jamás se recupera.