Opinión

Sanitarios

Pensamos en nuestros hijos encerrados, en nuestras empresas cerradas, vemos nuestra economía desplomarse sin remedio… Hemos sentido mucho dolor por pérdidas humanas, por diferentes universidades, pero hemos aprendido a relativizar. Sin embargo, no podemos olvidar, ni dejar de ponernos en la piel de los verdaderos héroes de esta pandemia: los médicos (hemos asistido al trágico final de muchos de ellos) y todo el personal sanitario que trabaja jornadas maratonianas, que han preferido dormir en el suelo para no perder tiempo en ir y volver a casa, ni correr el riesgo de contagiar a los suyos, que han empatizado con sus enfermos, un número demasiado inabarcable como para atenderles como querían y se merecían.
Todos ellos tendrán siempre nuestro apoyo y nuestro aplauso. Imagino la ayuda psicológica que hace falta para superar lo que ellos ven. Después de jornadas interminables, sobrellevadas por la adrenalina que genera el trabajo extenuante, caerían desplomados.
Son emocionantes sus testimonios echando de menos la falta de material. Expresan que al principio les decían que no necesitaban ni siquiera mascarillas. Después pudieron contar con una mascarilla quirúrgica a la semana. Por fin llegaron las mascarillas diarias pero que no eran cien por cien eficaces. Lo más traumático de todo este asunto ha sido la tragedia vivida por esos sanitarios que por salvar las vidas de otros, han acabado perdiendo la suya. Y peor aún: esos sanitarios que, por no tener la protección adecuada, han contagiado a sus seres más queridos y les han visto morir sin poder hacer nada para evitarlo. Y con el sentimiento de culpa de haber sido ellos quienes les han infectado. Nos parte parte el alma.
También se sienten damnificados por la falta de respiradores, aunque ningún país está preparado para soportar y mitigar una pandemia que requiera tantos respiratorios y tanto material de protección. Pero tanto la falta de estos materiales, como la falta de tests, ha causado un dolor extremo. Los sanitarios más que aplausos necesitan que velen por su seguridad e integridad. Es lo único que piden para poder seguir salvando vidas.