Opinión

Renaciendo

Hoy, que vemos por fin expirar el Estado de Alarma, comienza a materializarse esa esperanza de libertad que nos ha mantenido fuertes, unidos, resilientes y cantando al unísono la canción del Dúo Dinámico «Resistiré». Nunca olvidaremos a quienes no están aquí para celebrarlo. Aunque pocos motivos de celebración encontramos al fin de una situación que ha sumido en la más absoluta desesperanza y pobreza a tantas familias. Pero nuestro pequeño homenaje hacia los fallecidos, nos conduce también a apostar por la recuperación de nuestro país.

Los sanitarios españoles se convirtieron forzosamente en héroes. La mejor forma de agradecérselo es velando por su seguridad: protegiéndonos. Merecen todos los reconocimientos y honores. Siempre he pensado lo mismo de los profesionales sanitarios, porque muchos estamos en deuda con ellos, no me cansaré de decir que son nuestros ángeles en la tierra, han sido los verdaderos salvadores, con tantos factores en contra, en esta pesadilla interminable. No han desfallecido pese a jornadas maratonianas, y lo que es peor, tener que ver cómo las personas se les morían en sus brazos sin poder hacer nada para evitarlo. Les hubiera gustado haber podido salvar más vidas, pero en tales circunstancias, hicieron más de lo que podían. Son terroríficas las cifras de fallecimientos de sanitarios y sus familiares, a los que tuvieron que despedir solo espiritualmente. Un nuevo concepto que, desde la paz interior, no nos quedó más remedio que adoptar porque se nos prohibió acercarnos a sus cuerpos, velarlos o incluso celebrar funerales. Fue una situación que jamás olvidaremos, terrorífica en particular para los sanitarios, cuyo agotamiento físico y psíquico puso además en una situación crítica al Sistema Nacional de Salud, como ellos mismos alertaban.

Me acuerdo también de la iniciativa #EstoNOtienequePARAR de quienes reconocieron el valor de los autónomos, PYMES o grandes empresas, para que la recuperación fuera, finalizado el estado de alarma, más rápida y mejor.En esas personas anónimas, trabajadoras y emprendedoras, sigue siendo nuestra esperanza y la confianza en un necesario renacimiento.

Ojalá obtengan el apoyo institucional que merecen.