Opinión
Ramón Franco
El 22 de enero de 1926 el Plus Ultra despegó del puerto de Palos de la Frontera para realizar la travesía entre La Rábida y Buenos Aires, una epopeya que batió el record mundial de un vuelo con escalas, emulando por aire la gesta de Cristóbal Colón. Ramón Franco encabezó la expedición, junto al teniente Juan Manuel Durán, el mecánico Pablo Rada y el capitán Ruiz de Alda.
Ramón fue el pequeño de los cuatro hermanos del matrimonio Franco-Bahamonde, cuyo padre –Nicolás, un oficial aventurero que abandonó a la familia– le imprimió el carácter rebelde y aventurero del que siempre hizo gala, al contrario que el mojigato espíritu de su hermano Francisco, el futuro dictador de España. Militares los dos, sus vidas tomaron derroteros opuestos pero ligados en la temeridad durante las acciones de guerra y en los avatares políticos hispanos. Destinados en Melilla, Ramón hizo gala de sus ideas radicales, jaleadas por la tropa, donde aprendió árabe, leía con soltura el Corán, vestía chilaba y mantenía un constante aspecto desaliñado y fue conocido como «El Chacal». Miembro de la Asociación Militar Revolucionaria, una organización secreta en contacto con los partidos republicanos, ejerció una tenaz oposición a la dictadura de Primo de Rivera, llegando a participar en sabotajes contra el régimen. En 1930 conspiró con los anarquistas Durruti y Ascaso, lo que ocasionó que el general Mola, secretario de Estado de Seguridad, lo detuviese bajo la acusación de trasladar armas para una insurrección. Fugado de la cárcel, encabezó la sublevación, junto a Queipo de Llano, de la base aérea de Cuatro Vientos, para proclamar la república. Al mando del avión que pretendía bombardear el Palacio Real, el avistamiento de unos niños jugando en las inmediaciones, le disuadió de su objetivo. El golpe contra el monarca, fracasó, exiliado en París , estuvo protegido por su compañero de armas y amigo Francesc Macià, el que fuera coronel del ejército español y posterior presidente de la Generalitat. Con la proclamación de la República fue nombrado Director General de la Aeronáutica Militar, pero abandonó la milicia y se presentó a las elecciones generales de la mano de su protector Macià, siendo escogido diputado por Barcelona dentro de las listas de Esquerra Republicana de Catalunya. Destacado y furibundo seguidor culé, cómplice de todas las intrigas catalanas con el conseller Ventura Gasol y el líder de UDC, Manuel Carrasco i Formiguera que durante la guerra huyó de Cataluña perseguido por los anarquistas y comunistas y fusilado en Burgos por Francisco, el otro Franco. Poco antes de la Guerra Civil fue enviado como agregado a la embajada de Washington, se mantuvo fiel a la República, pero los desencuentros con Azaña y el asesinato de su amigo Ruiz de Alda, provocaron su paso al bando «nacional». Nombrado comandante de la base de hidroaviones de Pollensa, en Mallorca, el 28 de octubre de 1938, se estrelló a bordo de su hidroavión cerca de la bahía de Palma, cuando se dirigía a bombardear el palacio de la Generalitat en Barcelona.
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