Partido Popular
“La deslealtad de Cayetana”
Debería recordar que los militantes del PP votaron a Casado y no a ella
Lo más sorprendente de la rueda de Prensa convocada por Cayetana Álvarez de Toledo fue su profunda deslealtad con Pablo Casado. Estaba convencido de que anunciaría que dejaba el escaño y que se comportaría con una exquisita elegancia. La calidad y la categoría se demuestran en los momentos difíciles. Desde que la conocí he valorado su preparación académica, su excelente tesis doctoral sobre el obispo Palafox, una figura fascinante que siempre me ha interesado, su capacidad oratoria e incluso me resultaba divertido ese punto distante. Creo que ha estado muy mal aconsejada, no ha valorado la confianza que le dio Casado al encargarle el cargo más importante que tiene un partido cuando está en la oposición y no ha sabido gestionar el grupo parlamentario. Esto último siempre es complicado y no todo el mundo es tan brillante como ella, pero no es necesario que sufran su indiferencia o menosprecio. Es probable que ni siquiera se dé cuenta, pero me lo han comentado muchos diputados. La batalla con el secretario general del partido, donde una vez más parecía que ella era la divina y el resto unos simples mortales, ha sido otro grave error.
Con lo inteligente que es me resulta un arcano entender su actitud. Lo tenía todo a su favor, tan sólo debía empatizar con diputados que no son doctores por Oxford pero que son sus compañeros. Casado la apoyaba sin fisuras, con una lealtad que no se vio correspondida ayer con la superioridad con que le trató y la forma arrogante con que desveló la conversación que tuvieron. No entiendo por qué tiene que dar lecciones a todo el mundo. No es la única que ha defendido la libertad en Cataluña y, por supuesto, en el resto de España. Por cierto, es un adanismo ideológico tan inconsistente que me recuerda a los dirigentes de Podemos y la pretendida superioridad moral de la izquierda. Casado apostó por ella como cabeza de lista por Barcelona y la hizo portavoz en contra de la opinión de mucha gente. Lo peor es que se lo haya pagado no cumpliendo con su papel y siendo desleal. Debería recordar que los militantes del PP votaron a Casado y no a ella. Fue designada por la persona que ha traicionado. Y el líder popular, además, no es precisamente un déspota o un autoritario, sino todo lo contrario. Desde luego, Aznar hubiera actuado con menos contemplaciones.
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