Opinión

Vacuna del miedo

Confianza y seguridad es justo lo que necesitamos que nos inoculen y, sin embargo, parece que la vacuna que ha llegado a todas las casas y aguarda paciente y satisfecha en todos los ámbitos de la vida pública, es la del miedo.

La incertidumbre en cambio puede ser incluso un gran aliciente, siempre y cuando el miedo se haya superado.

A título personal me apasiona e ilusiona a partes iguales, porque nos muestra un mar de posibilidades. Nos dice que confiemos en nosotros mismos porque el resto es incierto pero que no perdamos la ilusión porque está todo por hacer y conquistar.

La única certeza es la muerte y ni siquiera el fin de nuestros días se puede planificar.

Lo que pedimos es fuerza, seguridad y sentido de estado para encarar todas las inestabilidades a las que nos enfrentamos.

Necesitamos poder confiar en quienes tienen que hacer reformas que alienten a toda la sociedad española. Que nos hagan sentir que crecemos como un país próspero, unido y gobernable.

No queremos ser rescatados de ningún monstruo, sino que necesitamos que se propicien las condiciones idóneas para que nos sintamos seguros y se vuelva a generar riqueza.

Nada hay más potente y desestabilizador que el miedo.

Además de la salud física son importantísimos la salud mental y el equilibrio emocional.

2020 quedará para siempre grabado en nuestras mentes como el año del cambio en todos los sentidos. Pero un cambio tristemente contaminado por el miedo.

Los cambios son positivos y hasta necesarios.

Con precaución, medidas efectivas, higiene y responsabilidad, «la vuelta al cole» debería ilusionarnos. Pero la sensación de abandono tanto los padres como la comunidad educativa obliga a miles de familias a tomar decisiones de cara al nuevo curso escolar, desde un erróneo y catastrófico lugar: el miedo.

Muchos padres entienden que no se han tomado las medidas necesarias ni suficientes para tener una vuelta segura y hablan incluso de «riesgo asegurado». Cerremos la puerta al miedo y quedémonos solo con lo que suma y ayuda.