Opinión

«Esto no es conciliar»

El reconocido y respaldado Club de Malasmadres sigue recogiendo firmas para su manifiesto #EstoNoEsConciliar. Siguen denunciando una preocupante falta de gestión en materia de conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Se siguen quejando de la falta de estructuras de apoyo a las familias y denuncian la falta de compromiso del Gobierno con las familias en un momento clave en el que los abuelos, que no podemos olvidar que son desgraciadamente grupo de riesgo de la COVID-19, son quienes cuidan de nuestros hijos, quienes se acercan a los centros educativos a recogerles porque los padres seguimos trabajando desde que les dejamos por la mañana. Antes, especialmente las mujeres, perdíamos parte de nuestra esencia y autoestima al no desarrollarnos profesionalmente porque era el hombre quien tenía esa función. Nosotras vivíamos por y para los hijos. Hoy esto ha cambiado y ambos tratamos de conciliar las responsabilidades laborales y familiares. Sin embargo, sigue siendo un sueño inalcanzable no depender de ayuda externa para compatibilizar todas las tareas y Laura Baena, al frente del Club de Malasmadres, insiste en pedir al Gobierno lo siguiente:

  • La regulación inmediata de bajas laborales de forma centralizada para no crear desigualdades, cuando tu hijo o tu hija resulta caso sospechoso, y tiene que quedar en cuarentena en casa.
  • Teletrabajo por imperativo legal (como excepción dada la actual situación de emergencia, como decíamos, no solo sanitaria sino también económica).
  • Cuando el teletrabajo no fuera posible, el/a trabajador/a tendrá opción a adaptar su jornada laboral lo máximo posible, siendo de obligado cumplimiento para la empresa el respeto a este derecho ya contemplado en el ET sin tener que acudir a la vía judicial para hacerlo valer.
  • Ayuda económica para la contratación de personal para aquellas familias en que el o los progenitores o tutores legales están trabajando fuera del hogar o para la madre o padre que cuida a un menor con necesidades especiales de cuidados.

Ciertamente la situación actual no ofrece garantías. Mientras tanto, cruzamos los dedos para que al menos nuestros hijos no enfermen.