Opinión

“La manipulación del Consejo General del Poder Judicial”

El intento de asaltar la Justicia con la reforma del sistema elección de los vocales del CGPJ forma parte de un plan que comenzó con el nombramiento de Delgado como Fiscal General

No me cansaré de insistir en la potencia propagandística de la izquierda gubernamental. El intento de asaltar la Justicia con la reforma del sistema elección de los vocales del CGPJ forma parte de un plan que comenzó con el nombramiento de Delgado como Fiscal General y que concluirá otorgando la instrucción a los fiscales. Es algo tan escandaloso como dinamitar los contrapesos del sistema de poderes con el objetivo de conseguir, como dijo Iglesias, que el centro derecha nunca se vuelva a sentar en el consejo de ministros.

La realidad es que la encuesta que publicamos hoy muestra que sigue sin existir una alternativa al gobierno social-comunista que consiga sumar los escaños suficientes gracias a la división. La ofensiva contra la Justicia ha concitado una oposición generalizada en la judicatura, salvo en la izquierda que es minoritaria, pero los políticos y periodistas afines siguen insistiendo en el bloqueo del PP. Es decir, el indefenso gobierno social-comunista se ve obligado a presentar esta proposición de ley orgánica porque la malvada derecha impide algo tan razonable como formar un Consejo dominado por socialistas, comunistas, independentistas y antisistema.

Es curioso que se hable de dos años en funciones cuando se han celebrado dos elecciones generales, con un gobierno en funciones y Sánchez que no quería pactar con Podemos porque tendría pesadillas si Iglesias se sentaba en el consejo de ministros. La imposibilidad de lograr un acuerdo con Podemos o Ciudadanos hizo necesarias unas nuevas elecciones. Por tanto, es bastante obvio que hubo un largo tiempo de impasse en el que no era posible alcanzar ningún acuerdo para renovar este y otros órganos constitucionales.

El mal denominado bloqueo del PP no sería para controlar la Justicia, no hay más que ver las sentencias desfavorables que se suceden, sino para algo más importante y patriótico como es impedir que sea una mala copia de la Fiscalía General. No se está incumpliendo ningún mandato constitucional, porque si el constituyente hubiera querido un automatismo simplemente habría incluido el cese inmediato de todos sus miembros al concluir su mandato, como sucede con el Defensor del Pueblo.

Lo que se trata es de conseguir un Consejo que sea independiente y no una especie de nuevo «ministerio» al servicio de La Moncloa. Y voy a concluir como el pasado sábado. Sigo sorprendido porque Sánchez haya autorizado esta tropelía y espero que vuelva a ser el socialdemócrata que conocí.