Opinión

Huérfanos del PSOE

De repente, Diego Armando Maradona dejó este mundo y el planeta entero se olvidó durante unas horas de la pandemia. Todavía hoy, si me lees, tendrás noticia de multitudes despidiendo a su ídolo. Ahí fuera, en Buenos Aires, hay crispación, dolor y fervor mientras la leyenda descansa, por fin, de todo eso y de sí mismo. Como escribió Truman Capote, "cuando Dios le entrega a uno un don, también le entrega un látigo, para flagelarse". Me temo que el futbolista se empleó a fondo en esa tarea. Los genios, a menudo, se convierten en sus peores enemigos, en juguetes rotos, en caricaturas que dan pena. Acaban autodestruyéndose hasta morir prematuramente, aunque aquella gigantesca fascinación que un día causaron permanezca, ya para siempre, en la memoria colectiva.
Yo no sé cuántas necrológicas de Maradona habrán acumulado estos últimos años las redacciones de todos los periódicos. Su momento final ha llegado en las últimas semanas de un 2020 asfixiante, que acumula decenas de miles de fallecidos por coronavirus en nuestro país. Víctimas anónimas, la inmensa mayoría de las veces. Se van yendo solas, en silencio, las contamos cada día con resignación y da miedo que eso se nos convierta en la pesadilla rutinaria de nunca acabar.
Nos dicen ahora que los contagios van a la baja y que la inmunidad de rebaño será un hecho este verano, pero ahí sigue de momento el bicho, desafiante, a las puertas de las navidades más extrañas. Afortunados quienes las celebren sin echar en falta al ser querido que se llevó la enfermedad. Afortunados quienes hayan resistido con su negocio en pie.
En este contexto, en este país nuestro, más nos vale permanecer unidos mientras quienes nos gobiernan sigan en la estrategia del “todo vale”, incluso pactar con aquel que nunca condenó el terrorismo etarra y promete, ufano, a su electorado, la república independiente vasca. Ahora toca enfrentar a las Comunidades Autónomas por los impuestos. ¿Qué argumento buscarán mañana para generar aún más orfandad entre los suyos? Ante dos opciones de pacto presupuestario, el partido de Pedro Sánchez ha optado por quienes quieren romper España. Por la estrategia de Pablo Iglesias. Vuelve a tu ser, PSOE