Eutanasia

Día de duelo

Hoy es una jornada para no olvidar: se va a aprobar en el Congreso una ley que va a legalizar y promover el suicidio asistido, que –en definitiva– es de lo que se trata con la eutanasia.

Vivimos sometidos a una pandemia desde marzo que en España tiene amordazados y confinados a sus habitantes en «estado de alarma» desde entonces para contener un virus que puede matar. En estas condiciones se realiza un pleno con un único punto del orden del día para legalizar la ayuda al suicidio y facilitarlo por el personal sanitario. Un pleno singular para que una conducta tipificada en el Código penal pase per saltum a ser un «nuevo derecho»: ayudar y animar a que los enfermos se suiciden.

Una iniciativa así es inconcebible, salvo que esos gobernantes y políticos tengan oscurecidas sus conciencias hasta el punto de perder incluso la más elemental sensibilidad humana. Clama al cielo la memoria de las decenas de miles de hombres y mujeres que durante estos meses han fallecido sin ninguna posibilidad de auxilio sanitario, familiar o espiritual en residencias e incluso hospitales.

Licencia para matar en el seno materno a los no nacidos, y ahora también para hacerlo con los enfermos improductivos y dolientes, ingresados y a domicilio. Un día la humanidad juzgará a esta generación que apostó por la cultura de la muerte, con el cinismo adicional de proclamar que se trata de garantizarles una muerte digna. Matar al enfermo para que no sufra: el nuevo humanismo progresista.