Entes

Llevo unos días desesperada con los entes. Para mí, todo lo que sea imposible de comprender es un ente. El diccionario señala que es una cosa que tiene existencia real o imaginaria. Imaginaria en mi opinión. También, añade: organismo, institución o empresa, generalmente de carácter público.

Y aciago, pienso yo. Lo de los Bancos de dinero, o entes de sustracción, siempre me ha parecido el colmo de los entes. Pues bien, ahora resulta que me dicen mis dos entidades bancarias que me van a cobrar por tener los ahorrillos allí. Y no un poco, no, una pasta. La cuestión es que tengo que ingresar una nómina para que no sea así, o un fijo de una buena cantidad al mes.

Como soy autónoma no tengo nómina. Y como ingreso de a poquitos esa cantidad mínima no contabiliza. Tiene que ser un ingreso de golpe. Vaya, qué cosas. Intento comprender el porqué pero ningún bancario real me lo sabe explicar. Es así, señora. Está bien, cancelo la cuenta. Como usted quiera. Bueno, mejor me llevo todo a una de las dos entidades y así... De acuerdo, como usted mande.

Pero claro, ahora viene lo de la transferencia. Entro en la web. Imposible, me van a sustraer hasta la camisa. ¿Y cómo hago? Es que verá usted, yo soy de letras y honrada y este dinerillo me ha costado una vida ahorrarlo. Ya, pero las cosas son así en los entes. Ya, contesto. Voy a llevarme el dinero a casa, hala, debajo del colchón, me digo. Y entonces pienso en los ladrones de casas. Pues ni de coña pongo una alarma, ese negocio del miedo tan en auge. Tener o no tener. Esa es la cuestión.