Covid-19

El refuerzo de la pandemia

Ahora que se pone término a la agónica salida del Reino Unido de la Unión Europea es el momento de subrayar y hacer balance del relevante papel que ésta viene desarrollando en la lucha contra la crisis sanitaria del Covid-19. Quienes creían que la irrupción de la pandemia podría provocar un “sálvese quien pueda” en los Estados miembros de la Unión se habrían equivocado hasta ahora. Las contundentes medidas que se han adoptado por las instituciones comunitarias han puesto de relieve la fortaleza del esquema de integración, su capacidad de resistencia y suponen, desde luego, un ejemplo a seguir por otras Organizaciones internacionales. La labor de la Agencia Europea del medicamento en materia de vacunas, la coordinación en el campo de la investigación científica, el respaldo a los sistemas sanitarios nacionales y las impresionantes medidas en el campo económico revelan que hay una decidida voluntad común de enfrentar la grave crisis sanitaria sobre la base de parámetros de integración y con el empeño de ofrecer soluciones compartidas. El balance no puede ser más positivo. La Unión Europea está demostrando que tiene capacidad para ser un actor global que satisface los intereses de sus Estados miembros y que, al mismo tiempo, expresa con nitidez su singularidad en la escena internacional. Al abrigo de la Unión Europea, los países que la integran se sienten más seguros y confiados, y tan sólo faltaría que los logros y las acertadas respuestas que se vienen dando tuvieran la virtud de convencer a quienes todavía dudan de los grandes beneficios de la integración. La Unión Europea debe realizar un esfuerzo adicional para que los ciudadanos interioricen que la difícil situación en la que nos encontramos tiene una mejor salida bajo el paraguas de la Unión. El triunfo sobre la pandemia, que llegará, no se deberá en exclusiva a los comportamientos de los Estados miembros sino que será, sobre todo, un éxito que deberá apuntarse en el haber de la Unión Europea.