Terrorismo

No matarás

Estarás siempre y en todo momento contra el verdugo y frente a la barbarie

No matarás. No darás vivas a la memoria de un militar que quebró el Estado de Derecho y enterró en cal viva a dos personas. No tributarás homenajes al general Rodríguez Galindo como si fuera George Patton y pudieras equiparar una guerra, con dos bandos armados, con la lucha contra el foquismo del amonal y las ollas a presión llenas de tuercas. No confundirás la defensa de la libertad con la barra libre de las atrocidades. No pelearás contra el verdugo resuelto a convertirte en uno. No te refugiarás en falsos dilemas morales para envolver con celofán el bolo alimenticio de los patriotas negrófagos ni excusarás las cloacas. No tirarás a la fosa la presunción de inocencia ni harás burla de la separación de poderes, ni condonarás que unos uniformados con pistola y pinzas de arrancar uñas sean fiscales y jueces de un proceso sin otra garantía que acabar con el reo desnudo en una zanja. No reclamarás el Talión para según qué ofensas ni intentarás recobrar el código de Hammurabi. Estarás siempre y en todo momento contra el verdugo y frente a la barbarie. No argumentarás con boberías tipo usted denuncia la tortura porque la víctima no era familiar suyo, como si hubiéramos regresado al Far West de los jueces de paz y no quedará otro remedio que desenfundar el Winchester, ensillar al caballo, cabalgar hacia poniente y colgar de un saguaro a los cuatreros que mancillaron el honor de tus hijas. No aplaudirás la demolición de todo lo que nos sostiene con la enajenada creencia de que el delito, la tortura, puede regularse o admitirse en casos de fuerza mayor, ni citarás a finos eruditos para embozar con logorreico histerismo tu gusto por la sangre. No dejarás de tasar las luces y sombras de un hombre ni ocultarás sus éxitos ni, mucho menos, perdonarás sus nauseabundos errores. Serás siempre consciente de que no hay paraíso así en la tierra como en cielo ni Valhalla, utopía, paz, bandera o patria que excuse el suplicio de un sólo hombre o vindique que los guardianes de la ley en democracia asuman como propios los usos y herramientas de las alimañas. No matarás.