Italia

Estabilidad en Italia para impulsar la economía

La decisión de situar a Mario Draghi al frente del Gobierno italiano tiene como principal objetivo superar la crisis económica que azota el país y, con ello, estabilizar el entorno político en Italia. En esta ocasión, es un verdadero gobierno con intenciones de carácter técnico que, sin embargo, deberá enfrentarse a la discusión política en función de las medidas que vaya adoptando. La experiencia de Draghi en el Banco Central Europeo y los buenos resultados que se obtuvieron por su gestión son los mejores avales de su Gobierno que tiene, sin duda, un significado nítidamente orientado a lo económico. Las primeras reacciones de los mercados han sido bastantes favorables a la creación del nuevo gobierno y todo apunta a que los datos económicos de Italia mejorarán sustancialmente en poco tiempo. No obstante, el peligro anida en que las medidas económicas por si solas son insuficientes para asegurar la prosperidad y, sobre todo, asegurar el equilibrio institucional.

Más pronto que tarde el nuevo gobierno italiano deberá adoptar decisiones de carácter netamente político y será entonces cuando se compruebe su capacidad de resistencia. La decisión del primer ministro italiano de conformar un gobierno mixto en el que conviven miembros con una visión técnica con otros que tienen una perspectiva política podría dar buenos resultados, pero solo en el caso de que la ciudadanía comprenda que las nuevas políticas económicas son imprescindibles para superar la delicada situación en la que vive el país. Lo importante es que los sectores más estructurales quedan en manos de técnicos y, desde ahí, se pretende impulsar la economía italiana y, con ello, superar el desánimo que se ha extendido por el país. Italia tiene una oportunidad inigualable para acomodar la situación económica y política y todo hace prever que, seguramente, la aprovechará. En poco tiempo se podrá comprobar si la decisión de constituir un gobierno con estas características ha sido la acertada, pero desde luego, haberlo intentado ha merecido la pena.