Telecinco

Envía “Maltrato” al 2355 y gana 12.000 euros

Aquí no se trata de estar a favor de Rociito o de Antonio David; se trata de que la cadena amiga ofrece un espectáculo porno en Prime Time

Un silencio seguido de una melodía melodramática, un plató en penumbra, una alas descomunales en blanco proyectadas en mitad de la perturbadora escena que anticipa el thriller de una mujer rota, una víctima con la que casi todos resonamos, una hija que ha perdido a la madre “Más grande” porque ha muerto, una madre que ha perdido a sus dos hijos, aunque viven… lágrimas, manicura francesa extralarge, enrojecimiento facial, suspiros, jadeos, farmacología psiquiátrica, tragedia, desdicha, calamidad, devastación… Entonces Jorge Javier sortea 12.000 euros.

Como dice mi amiga Paloma, lo peor que han hecho los italianos después del fascismo, es Telecinco, porque aquí no se trata de estar a favor de Rociito o de Antonio David; se trata de que la cadena amiga ofrece un espectáculo porno en Prime Time sin ninguna clase de filantropía ni compromiso, movidos exclusivamente por la cuota y por la pasta.

Rocío Carrasco asegura que en 2019 hace un intento de suicidio porque su hija va a defender a su exmarido en ‘Gran Hermano’ algo que llegó a oídos de todos los trabajadores de Mediaset, por supuesto, pero Antonio David siguió trabajando allí. ¿Recuerdan la violación en directo de la concursante Carlota Prado, en Gran Hermano? Pues no lo olviden.

‘Rocío: contar la verdad para seguir viva’ (el título es un Snuff-Movie en sí mismo, a mí me hace sentir sucia) se ha logrado tras un año de negociaciones con la protagonista, que dicen que debe 1 millón de euros a hacienda, lo mismo que ha pactado con la cadena.

Hay una realidad fuera de toda controversia, Rocío Carrasco y Fidel (que hace chapucillas de vez en cuando) se han pulido la herencia de La Más Grande, y deciden (como otras veces ha reconocido Rociito) monetizar su historia, revictimizándose, tras años de silencio.

Por parte de Rocío, no hay otra motivación que la económica, además, según me aseguran fuentes expertas, un espectáculo como ese no ayuda a la reparación de la víctima, sino que, por el contrario, un show, que es violento en sí mismo, acaba amplificando y enturbiando el trauma todavía más.

Por parte de Telecinco, sepan que durante el año que han durado las negociaciones para el documental, el supuesto maltratador, el dañino, el infame, nefasto y peligrosísimo ser estaba entre las nóminas de Mediaset. Es más, hace un mes que el documental terminado era conocido por los responsables de la cadena y aun así le pagaban.

Tras la emisión del programa de Rocío, como era previsible en el más grosero de los guiones, Antonio David es despedido como parte de una infecta estrategia de marketing para vender el producto. Cuando se hayan emitido todos los episodios, el ex guardia Civil será readmitido y ya podremos calificar esto (no de violencia, machismo, abuso, alienación…) sino de Arte Moderno.

Es por esto, que la ética, generosidad y filantropía de Telecinco, que ahora es descrita por la propia Irene Montero como “Servicio Social”, me resulta cuestionable. Tan cuestionable como una Ministra que solo defiende a las víctimas de izquierdas y que, a pesar de los inmensos fondos de su Ministerio, amén de su ejército de colaboradoras y asistentas (a dedo) no ha parido una sola Ley en todo su mandato.

El documental alcanzó en su primera entrega la cifra de 3,7 millones de espectadores y una cuota del 33,2, una gran plataforma lanzadera para la campaña de los de Galapagar, ahora en “veremos”.

Jorge Javier AKA Mefistófeles, por todos conocido como el iracundo censor de cualquier opinión distinta a la suya, politizando obscenamente su programa otrora de entretenimiento, fue el encargado de “moderar” (ejem) el debate; un contubernio, en teoría correcto, pero en la práctica espeluznante y grimoso donde los asistentes cariacontecidos, se disculpaban entre pausas forzadas e histéricas, estudiadas caídas de parpados, sigilos escénicos y artefactados gimoteos por haber atacado anteriormente a Rocio y trabajado con Antonio David.

No se puede trabajar en Telecinco y tener alma.

Y así, ese Consejo Supremo de la Moralidad y el Intelecto, este Sanedrín se sacudió la relación con el “bellaco” (al que Mediaset lleva 20 años protegiendo) y pidió cárcel para él mientras en las redes sociales los políticos de casi todas las formaciones se sumaban al vodevil: Rocío Carrasco, el musical. ¿Qué será lo siguiente?

Yo también creo a Rocío, por si existe alguna duda; el padre de sus hijos me parece un malvado y un manipulador (quedó claro en Gran Hermano); además, y esto es lo más importante, pienso que los jueces* atinan, por la cuenta que les trae en casos de maltrato físico pero que se les escapan los casos de maltrato psicológico porque no tienen ni idea y porque los peritajes (según me dicen psiquiatras) suelen ser flojos e inconcluyentes.

*La mayoría de los jueces en España son mujeres, según datos del CGPJ, aunque Ana Pardo de Vera, directora de Público dijera en el debate que en los tribunales sólo hay hombres.