Opinión

«Peor que un crimen»

Talleyrand, ministro de Exteriores de Napoleón, hizo célebre esta demoledora sentencia: «Es peor que un crimen, es un imperdonable error», cuando le notificaron la ejecución del joven duque de Enghien por orden del emperador. En su respuesta no valoraba tanto el carácter moral de la decisión, cuanto las consecuencias políticas de la misma. Algo similar haría en 2003 el presidente Bush ante la incorrecta actuación de sus soldados en la cárcel de Abu Ghraib en Irak: «Es el más grave error cometido por nuestras tropas», priorizando el error político sobre su carácter criminal.

Estas calificaciones vienen a colación de la decisión política de Sánchez de indultar a los autodenominados como «presos políticos». Más allá del carácter moral o legal de semejante determinación, sus consecuencias políticas se prevén graves para el futuro de España. La claudicación que traslada a los secesionistas les refuerza en su convicción de que el Estado español no tiene moral ni resistencia para aguantar nuevas y reforzadas acometidas. La respuesta a su intervención en el Liceo de Junqueras, Puigdemont, Aragonès y sus acólitos, indica tanto su nula voluntad de reconciliación y reencuentro en el pacto constitucional, como su convicción de la rendición del Estado si perseveran en la senda emprendida del Procés.

España y los españoles van a pagar el imperdonable error de Sánchez con una degradación profunda de la convivencia en Cataluña y una división sin precedentes en el resto de España. «Peor que un crimen».