Historia

Von Stackelberg, un gran economista al que mucho debe España

La llegada de Stackelber significó el enlace con una nueva y futura Alemania, basada en derrocar a Hitler y en evitar la irrupción de la Unión Soviética hasta el Mediterráneo y el Atlántico

Para conocer, de verdad, la historia contemporánea de España, no se puede prescindir del papel que tuvo un gran economista alemán, como impulsor de reacciones que impidieron que el hundimiento económico y político de España se culminase. Tal afirmación exige que se justifique, y para ello, disponemos, como base, de dos aportaciones. Una es el artículo recientemente publicado en la Revista de Estudios Políticos, en 2021, de Thomas Baumert: “Heinrich von Stackelberg y el nacionalsocialismo: una corrección necesaria”. Y el texto titulado “La ciencia y la práctica de la economía”, su intervención primera en España.

De ambos trabajos de desprenden dos consecuencias. En primer lugar, que se trata de un intento, en plena II Guerra Mundial, de llevar a cabo una política económica adecuada. Pero también, Baumert nos indica que von Stackelberg consideraba que el camino emprendido por Hitler debía ser rectificado radicalmente, para el bien de Alemania y de Europa. Y esa alteración de la política alemana exigía, para España, el mantenimiento de su neutralidad.

Comencemos por el lado de la política económica. En España, prácticamente nada más terminar la Guerra Civil, se comprendió que la política económica que se heredaba, complicada con el conflicto internacional iniciado en 1939, exigía medidas radicales. Era necesario un adecuado asesoramiento -por ser un país traumatizado por una larga y dura Guerra Civil-, que llegará por parte de los discípulos del que había sido el economista de mayor categoría existente en España, Flores de Lemus, fallecido a poco de concluir la contienda. Así, en el recién nacido Instituto de Estudios Políticos, se creó una Sección de Economía. Uno de sus miembros, Miguel Paredes, que se había formado en Alemania, indicó las magníficas enseñanzas que allí había recibido por parte del profesor Stackelberg, y la posibilidad de que pudiera aceptar una invitación para venir a España. La idea pareció muy interesante al director del citado Instituto, Fernando María Castiella. Inmediatamente, se logró que se le invitase. Simultáneamente, se acababa de crear una nueva Facultad en la Universidad de Madrid, con una Sección de Economía que agrupaba a economistas especialmente valiosos, y su Decano era Castiella.

Stackelberg se integró inmediatamente en esa Sección de Economía y en el mundo universitario madrileño, e inauguró su presencia con una conferencia titulada “La ciencia y la práctica de la economía”, donde formuló un conjunto de propuestas que rechazaban radicalmente el historicismo y defendían el valor de la escuela económica clásica, que así se convertía en base de toda política económica seria. La frase de Stackelberg era que “la teoría es capaz de guiar a la práctica, si es teoría de verdad”.

Todo esto fue asumido, tanto por la citada Sección de Economía, como por la recién nacida Facultad y, al hacerlo, se vino abajo todo el modelo económico que en España había existido desde 1874. Y este nuevo mensaje, traído desde Alemania, triunfaría radicalmente, a partir de 1953.

Mas, este triunfo se debió, también, a que España había conseguido mantenerse neutral, en la etapa 1939-1945. La llegada de Stackelber a España significó el enlace con una nueva y futura Alemania, basada, no sólo en derrocar a Hitler, sino también, en evitar la irrupción de la Unión Soviética hasta el Mediterráneo y el Atlántico. Y el peón clave inicial para este doble proceso era Canaris, nexo con los aliados, y con Stackelberg, en España, con conocimiento del Gobierno español. Señala el profesor Baumert, con espléndida documentación, que “durante toda la guerra, Canaris mantuvo abierta, en todo momento, una línea de comunicación con Franco. Esta vía se articula tal como sigue: Wilhelm Canaris transmitía la información pertinente -a menudo personalmente, pues sabemos que viajó varias veces de incógnito a Madrid durante la guerra-, a su sobrino Joachim, en cuya casa, situada en Madrid, calle Fortuny 45, se alojaba, y éste hacía llegar estas informaciones, bien al general Martínez de Campos, bien al general Vigón, quienes a su vez se las comunicaban a Franco”. Tal fue la deuda con Canaris -ajusticiado por Hitler-, que, tras la Guerra, Franco ofreció a su viuda venir a España -en concreto a Barcelona-, donde “residió con una pensión, a cargo del Gobierno español”. Con ella, los familiares de Canaris vinieron a España, concretamente dos hijas, acompañadas desde Suiza por los generales citados. Así nació la base de la España en que vivimos, en parte notable, pues, derivada de Stackelberg.