Política
El desastre del bolívar de Maduro
«Los venezolanos son prisioneros de un sistema que los ha empobrecido»
Ninguno de mis lectores se tiene que animar con esta cifra tan espectacular de 500 billones de bolívares, porque equivale a un euro. La gestión de Maduro ha conducido a una auténtica catástrofe económica a un país que era uno de los más ricos y avanzados de América. No creo que su admirado Bolívar se sintiera orgulloso ante esta caterva de seguidores que lo esgrimen como mito para esconder su incompetencia. Por cierto, sus conocimientos del hidalgo español que traicionó a su patria son propios de la ignorancia enciclopédica de estos caudillos populistas que no pueden resolver acudiendo a Wikipedia. El Libertador no hubiera empatizado con Maduro, Chávez, Cabello o Delcy Rodríguez, por citar algunos de los genios que gobiernan Venezuela. No hay duda de que Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco utilizó todos sus nombres para constatar un origen social, estaría bastante alejado de ese indigenismo revisionista y comunismo reciclado del chavismo. Sus antepasados se enriquecieron gracias a sus privilegios y le pudieron ofrecer una educación propia de su condición nobiliaria.
Su proyecto de la Gran Colombia fue un fracaso, aunque consiguió la independencia tras una guerra civil y su gran legado es haberse convertido en un manipulado objeto de veneración nacionalista. Los españoles somos tan idiotas que le hemos honrado con plazas y calles. El bolívar es la moneda venezolana y está sometida a la hiperinflación enloquecida que ha provocado el régimen autoritario de Maduro. Los que confiaban en ella lo han perdido todo y los venezolanos son prisioneros de un sistema que los ha empobrecido. Nada tiene valor y el futuro se presenta, desgraciadamente, muy oscuro. La última ocurrencia de Maduro, que camina con paso firme para convertirse en el futuro premio Nobel de Economía, es establecer un bolívar digital y borrar seis ceros a su moneda. Hay que reconocer que es un auténtico fenómeno. No sé si cuenta con el asesoramiento de su viejo amigo Juan Carlos Monedero, el cofundador de Podemos, o si Pablo Iglesias, ahora desocupado tras sus éxitos electorales que le han llevado fracaso tras fracaso al desastre, se animará a iluminar a sus amigos populistas. Lo mejor que es que creen el chavito o el madurito como moneda alternativa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar