Opinión
Mujeres en la memoria
Para avanzar a través de la senda abierta por nuestro actual Gobierno –tan feminista como memorialista–, me parece de interés conocer tres obras que son una síntesis tan veraz como impactante de ambos campos –feminismo y memoria– que narran sucesos ocurridos en los convulsos tiempos de la Segunda República y la Guerra Civil. Por ser mujeres las protagonistas de las tres obras, testigos vivos de lo sucedido o sus víctimas inocentes, debería recomendarse su difusión y lectura por el actual Frente Popular como sucesor del que propició esos terribles hechos.
Son tres obras espléndidas de la editorial San Román, que con sus títulos lo dicen casi todo. Una tiene por autora a Cristina Falk, que escribe «La esperanza tiene un nombre», subtitulada «Una mujer en la Guerra Civil española», que no podrá negarse que es feminista y memorialista. Una segunda tiene por autor a Jorge López Teulón, toda una referencia de autoridad en el campo de la investigación de la persecución religiosa en España, y es un libro protagonizado por mujeres religiosas: «Profanación de la clausura femenina». El texto aporta datos tan documentados como escalofriantes sobre lo sucedido en aquellos aciagos años de desgobierno del Frente Popular, que amparó, inspiró o consintió aquellos terribles sucesos durante su mandato.
La obra que culmina la trilogía feminista y memorialística es «Paloma en Madrid», de subtítulo «Memorias de una española de julio de 1936 a julio de 1937»; que no puede ser más expresivo del relato diario de lo vivido en la capital durante aquel primer año de Guerra por una valiente mujer madre de familia.
Que la historiografía de aquellos años sea tan prolija, documentada y precisa acerca de lo que se padeció en aquella turbulenta época de nuestra Historia, exigiría cuando menos correr un velo de silencio sobre estos sucesos, con un espíritu mínimamente reconciliador y de vergüenza por parte de quienes los provocaron. El colmo del despropósito y la infamia se produce cuando encima pretenden falsear la Historia aparentando ser las víctimas.
Merece una contundente respuesta que el actual Gobierno socialcomunista se atreva a pontificar sobre feminismo y memoria, cuando constituye un auténtico Frente Popular por su similar composición política y apoyos con aquel nefasto predecesor protagonista de aquellos indignos y miserables hechos. Sobre todo por respeto a la verdad y a las víctimas que murieron perdonando a sus perseguidores.
En estas tres obras citadas, las mujeres son protagonistas del mejor ejemplo de femineidad, fortaleza y valentía. Pero el Ministerio de la Ideología de género seguro que no se interesa por esos testimonios. ¡Ay de los que a la mentira llaman verdad, y a la verdad mentira…!
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