El suicidio y la pandemia

El Observatorio para el Suicido en España aportó las últimas cifras anuales correspondientes a 2020, primer año de la pandemia. Son coincidentes con las suministradas por el INE y el Instituto de Salud Carlos III, y exponen una preocupante evolución respecto a años anteriores. En términos generales, la conclusión es que en España cada día fallecen 11 personas por esta causa, sin contabilizar los intentos frustrados.

A estos efectos, es destacable la comparación de estos datos con los de fallecidos por Covid en el mismo periodo, pues hablan por sí mismos. Por rangos de edad, hasta los 49 años la cifra de suicidios supera por amplísima mayoría a la de fallecidos por Covid en este mismo tramo de edad, alcanzando la mayor diferencia en la franja de los treinta años, seguida de los veinteañeros. Casi 1.500 personas menores de 50 años consumaron su suicidio en 2020 frente a casi la mitad, 776, que murieron por Covid.

Son datos que exigen una reflexión critica, agudizada si además los comparamos con las víctimas de carretera o las provocadas por la violencia contra la mujer. En accidentes de tráfico fallecieron en 2019 1.755 personas –los datos de 2020 no son significativos debido al confinamiento– frente a casi 4.000 suicidios. Por violencia de género en los dos últimos años han fallecido respectivamente 47 y 43 mujeres.

Las comparaciones son odiosas en general, pero el espacio público, el interés político y los recursos destinados a combatir unas y otras causas de muerte hablan por sí mismas en cuanto a su enorme desproporción. Me permito añadir al respecto –aún a riesgo de incurrir en una total incorrección política– que en toda la serie histórica estadística el suicidio es mucho mayor entre los hombres, lo que es un dato que induce a una reflexión profunda. En concreto, en 2020 murieron en España por suicidio casi 3.000 varones, frente a 1.011 mujeres, triplicando esta cifra. La recogida de datos parte de 1906 y en 2020 alcanzó su máximo histórico de fallecidos en ambos sexos, con 3.941 en total. Así, en la actualidad el suicidio es considerado como la principal causa «externa» de mortalidad.

Una reflexión última: si no se da apenas información sobre él por considerarlo contraproducente, quizás deberían comenzar por preguntarse el efecto causado en la sociedad por el machaqueo al que se la somete mañana, tarde y noche desde hace casi dos años con las cifras de muertos y contagiados por el Covid. Con el efecto inducido en el suicidio y en la creciente psicosis e histeria colectiva, que es causa del colapso sanitario.