Política

La interdicción

A Vox le ha ido bien dejándose llamar masivamente ultraderecha sin perder por ello los nervios y ponerse a la defensiva

En nuestro sistema democrático, solemos confundir mayoría con superioridad olvidando que son conceptos diferentes. La mayoría es una cuestión simplemente aritmética: se aplica al número. La superioridad, en cambio, tiene que ver con el poder y solo a él debe aplicarse. En política, puede darse muchas veces la situación de disponer de mayoría, pero no de superioridad e, igualmente, puede darse la situación inversa. Es por eso que las críticas a la oposición por pactar con la derecha radical deben matizarse con sumo cuidado. Si esas críticas quieren construirse desde la superioridad moral, tendrán el punto débil de que ese concepto siempre es relativo, opinable y subjetivo. Si aspiran a cimentarse, por el contrario, en la lógica (fundamento mucho más sólido, si consigue establecerse), tendrán siempre el ángulo ciego de preguntarse por qué el gobierno se permite pactar con la izquierda radical y en cambio aspira a la interdicción general de cualquier pacto con su homólogo contrario: la derecha radical.

A Vox le ha ido bien dejándose llamar masivamente ultraderecha sin perder por ello los nervios y ponerse a la defensiva. Sabía que, cuando se le comparara con la extrema derecha de los viejos tiempos fantasmales, saldría siempre ganando. Aquel extremismo usaba la violencia y no quería estar dentro del tablero democrático, con lo cual Vox, a su lado, parece hasta un dechado de civilización. Era simple cuestión de tiempo que entre mucha gente calara convertir eso en evidencia. Tras ello, no se sucede nada más inapelablemente lógico que el número y la aritmética. Contra un guarismo es contra lo que compiten los candidatos en unas elecciones y no entre ellos mismos aunque las apariencias pudieran hacernos creer lo contrario. Tal número es la cifra que marcará la frontera de conseguir alcanzar una mayoría.

Cuando los números de los sondeos dicen que el socialismo se estanca y el PP se recupera, sería sensato que ninguna de las partes olvidara esas sencillas realidades.