Aborto

Si los hombres pariéramos el aborto no sería un derecho

Tenemos que hablar del aborto. No solo porque lo quiera el Gobierno para que no nos metamos en asuntos de espionajes y brevas económicas. El aborto es el nuevo Franco

Venga. Tenemos que hablar del aborto. No solo porque lo quiera el Gobierno para que no nos metamos en asuntos de espionajes y brevas económicas. El aborto es el nuevo Franco. Cuando sacan a pasear a Irene Montero se estremecen los instintos maternales, como el de ella, de tanto que quiere a las mujeres. Si no fuera mujer, pediría un cambio de sexo o una reasignación de género. Es la mamma grande que nos anuncia los versos de la vagina y la castración, la que un día prohibirá los anuncios de compresas y tampones donde unas chicas sonrientes hacen no solo que no pasa nada sino que están felices en el trance y no para pedir una baja laboral. Sí, una ridiculez como otra cualquiera. Lo de los anuncios, digo. Alguna podría hacer que le duele la tripa. Apunte el ministro de Consumo. Publicidad engañosa.

No hay duda de que en los países de este ala occidental hay que legislar sobre el asunto, ahora bien, considerar el aborto un derecho de la mujer lo deberían explicar mejor, sin que me chille al oído la ministra. ¿Un derecho? Me pregunto. ¿El embrión humano no tiene derechos y queremos que los tengan los cerdos? El hombre no tiene derecho alguno sobre la decisión de la mujer, solo si ésta considera que el nacimiento se produce; entonces el varón deberá cuidar de la criatura, pagar una pensión en caso de divorcio y dejarle la legítima en la herencia. ¿Tiene lógica? Es más difícil desheredar a un hijo que tenerlo. Lo tiene si se sigue el discurso feminista del momento en el que se determinó que «Nosotras parimos, nosotras decidimos» y caló como una verdad canónica a la que los herejes no pueden rebatir una letra. Si compramos que es un derecho, y además exclusivamente femenino, ¿no va contra la igualdad de hombres y mujeres? Oiga, yo me pregunto.

Decía Íñigo Errejón que si los hombres tuviéramos la regla, la baja laboral por las molestias estaría regulada desde hace años. ¿Íñigo, machote, hay alguna causa de baja laboral que afecte solo a los hombres? Recuerda que la baja paternal es cosa reciente. Entonces, le respondo: si los hombres pariéramos el aborto no sería un derecho. Ese mismo feminismo no lo hubiera permitido. De asuntos éticos como este, en el que la bancada progre se abstiene de debatir y solo acusa a rancios fachas ultracatólicos, se debería hablar, incluso más de la cuenta. Solo hay un ruido acre en el silencio del vientre que palpita.