Abrumador respaldo de los españoles al Estado de las Autonomías

El CIS es una agencia gubernamental. En el pasado fue un instrumento neutral del Estado con un doble fin, analizar la sociedad y poner esos datos al servicio de los ciudadanos.

Desde 2018 ha dado un brusco giro, rompiendo con series históricas o dejando de plantear temas incómodos que podrían romper el delicado equilibrio entre tantas fuerzas heterogéneas que mantienen al actual ejecutivo; separatistas, comunistas, etc…

Obviamente uno de tantos temas que ha dejado de tratarse en los dos últimos años es el de preferencia entre diferentes alternativas de organización territorial del Estado en España y el sentimiento nacionalista. Pues las opiniones de los ciudadanos en determinados asuntos cuestionarían la existencia de esta pintoresca coalición parlamentaria que sustenta al Ejecutivo.

Tenemos que remontarnos al mes de febrero de 2020 para ver la publicación del último barómetro que contenía información sobre el Estado autonómico y el sentimiento español de los ciudadanos.

La primera conclusión es que el 65,9% de los ciudadanos, con más o menos competencias, apoya el Estado de las Autonomías. De hecho el 42,3% lo acepta tal y como está, mientras que el 12,2% restaría competencias y el 11,4%, por el contrario, las aumentaría.

En frente tenemos al 27,1% enemigo de las autonomías. La inmensa mayoría de estos, el 17.8%, desea su abolición y aspira a un Estado con un Gobierno central sin autonomías. Mientras que el grupo más minoritario, de tan solo el 9,3%, aboga por que se reconociese a las comunidades autónomas la posibilidad de convertirse en Estados independientes.

Por lo tanto, el modelo autonomista, consagrado por nuestra Constitución de 1978, goza del respaldo mayoritario de la sociedad y hay que eliminarlo de la lista que algunos están confeccionado de futuras e hipotéticas reformas constitucionales.

De hecho este estudio pulveriza las decimonónicas aspiraciones federalistas de la izquierda española, pues el 56,4% los votantes del PSOE se identifican con el actual modelo tal como está. El porcentaje se incrementa hasta el 80,3% al sumar tanto los que quieren recortar como añadir competencias autonómicas.

En el caso de Unidas Podemos, el 43,7% se identifica con el actual Estado de las Autonomías. El porcentaje sube al 74,4% al añadirles los que les gustaría que las CCAA tuvieran más competencias (20.2%) y los que por el contrario las disminuirían (10,5%).

En las derechas hay más discrepancia sobre la cuestión territorial, el 64,4% del votante del PP acepta el actual modelo, con algunos recortes o ampliaciones competenciales. Otro 28,5% de los populares quiere en Estado Centralista.

Mientras que el 46,4% del elector de VOX quiere un Estado centralista con un único gobierno, frente al 50,9% que aceptaría el actual modelo pero preferiblemente con menores competencias.

Por lo que la proporción de defensores del Estado de las Autonomías es de 2 a 1 en el caso del PP y de 1 a 1 entre los de VOX.

Los socialistas tienen un problema con su electorado, que pasará factura el 19-J en Andalucía, ya que tan solo el 2,8% de sus votantes, localizados mayoritariamente en Cataluña, preconizan la posibilidad de que las autonomías pudieran convertirse en Estados independientes. Las líneas rojas que han atravesado al aceptar el chantaje de los separatistas les pone en evidencia ante la gran inmensidad de votantes socialistas contrarios a la autodeterminación, que como decíamos antes, un 80,3% está con el actual modelo autonómico y otro 11,7% incluso va más allá y prefiere el modelo centralista.

En cuanto a la supuesta plurinacional de España, la nación más antigua de Europa, queda acallado tal disparate al sentirse no españoles únicamente un 5,5% de los ciudadanos. Frente a esta minoría existe un 88,5% de ciudadanos que se reivindican, en mayor o medida, españoles.

Destacando el mayoritario segmento que se siente tan español como de su propia región, que representa el 56,5%. Hay otro 15,6% que se tiene por únicamente español, otro 5,6% que afirma ser más español que de su autonomía y un 10,8% que se manifiesta también como español, aunque pone por delante su región.