Púrpuras nuevas

A partir del 27 de agosto el Colegio Cardenalicio incorporará a 21 nuevos miembros de los cuales 16 podrán participar en un eventual cónclave y los cinco restantes son beneméritos octogenarios. Lo anunció Francisco el pasado domingo.

Una característica común une a los nuevos purpurados: todos tienen un perfil que podríamos definir “bergogliano”; es decir en radical sintonía con la visión que defiende este papa del poder como servicio, de la cercanía como rasgo definitivo del pastor, de la universalidad de una iglesia que ya no es occidental sino universal, como significa el apellido de católica.

De los actuales 132 potenciales electores del próximo papa 52 serían europeos, seguidos por 38 americanos, 20 asiáticos (son seis los nuevos cardenales de este continente) 17 africanos y tres procedentes de Oceanía. Téngase en cuenta que en el cónclave del 2013 que eligió a Bergoglio el 52 % de los votantes procedían del viejo continente y ahora serán sólo el 41 %, es decir once puntos menos. Después de Italia que, aunque retrocede sensiblemente, cuenta todavía con 21 votantes, siguen los Estados Unidos con 10 y nuestro país con 6; India, Brasil y Francia se contentan con 5.

Mongolia, Timor Oriental, Singapur y Paraguay , claros ejemplos de las periferias geográficas o espirituales tan queridas por el Papa, estrenan cardenales que son además de los más jóvenes de esta reciente hornada. En conclusión podemos afirmar que lo que en tiempos era conocido como el senado de la iglesia es ahora no sólo más nuevo sino que ha sido sometido a una auténtica renovación.