Análisis

La participación beneficia a la derecha

La movilización hace que las derechas aumenten sus votantes en conjunto en 458.000 electores y las izquierdas tan solo en 73.000 votantes

La encuesta de NC Report para LA RAZÓN está realizada en la semana previa al inicio de la campaña. Aunque la campaña influirá, la mayoría de la ciudadanía ya ha tomado una decisión de voto. Incluso se detecta más intención de participar que en 2018, ya que el 64% de los ciudadanos manifiesta su voluntad de votar, lo que representa un incremento de 7,4 puntos con respecto a las anteriores elecciones autonómicas. Gracias a esta movilización electoral, las derechas aumentan sus votantes en conjunto en 458.000 electores y las izquierdas tan solo en 73.000 votantes, lo que ensancha más la brecha entre los dos bloques. La izquierda logró el 44,1% de los votos en 2018, ahora tendría el 40%.

Aunque la izquierda gana 73.000 votos netos, las derechas sextuplican el crecimiento de la izquierda, con lo que pasan del 50,0% al 54,3% del voto. Ahora bien, en cada bloque nos encontramos con novedades. En el de la izquierda la división histórica en dos candidaturas, socialistas y comunistas, pasa a ser de tres candidaturas, la del PSOE y dos comunistas, una liderada por Teresa Rodríguez y otra por Inmaculada Nieto (Izquierda Unida). Los socialistas, aunque empeoran sus resultados de 2018 en dos puntos, logran mantenerse cercanos al 26% de los votos, pero dejan de ser el primer partido en Andalucía, al ser superados por el PP andaluz. Mientras que la izquierda a su izquierda baja del 16,2% al 14,1%, perdiendo en conjunto 2,1 puntos. La coalición de Teresa Rodríguez, Adelante Andalucía, obtendría el 4,1% de los votos, mientras que la coalición encabezada por IU, Por Andalucía, obtendría el 10%.

En las derechas sucede lo contrario a esta fragmentación, su electorado se concentra fundamentalmente en dos candidaturas, la del PP y la de Vox. La tercera, Ciudadanos, se halla bajo mínimos, con una expectativa de uno a dos diputados, por lo que pierde entre 19 y 20 escaños. El electorado naranja se reduce en 503.000 votantes netos. Baja del 18,3% al 3,8% del voto. Mientras que el PP añade 710.000 votantes a sus 751.000 de 2018, casi duplica su número de votantes. En porcentaje de voto, el PP pasa del 20,7% al 35%, aumenta 14,3 puntos y gana entre 19 y 21 nuevos diputados, por lo que se encuentra a dos semanas del 19-J en una horquilla de 45-47 escaños.

Por su parte VOX también crece, pero de forma más moderada que el PP, gana 250.000 votantes netos, por lo que pasa de 397.000 a 647.000 votantes. Su porcentaje de voto pasa del 11% al 15,5%. Su grupo parlamentario oscilará entre 17 y 18 diputados, cinco ó seis más que en las anteriores elecciones. Todos estos cambios tienen su origen en la transferencia de votantes entre partidos, incluso entre bloques, y la participación de nuevos votantes, 302.446 que se incorporan al censo y parte de los ciudadanos que se abstuvieron en 2018 y ahora votaría.

El PP es el principal destino de estos nuevos votantes y anterior abstención, de los 684.000 que suman, 203.000 elige el PP. Le sigue el PSOE con 150.000 y Vox con 132.000 votantes. Los votos que recibe el PSOE de este colectivo no son suficientes para enjugar todas sus pérdidas, destacando la transferencia de 86.000 votantes socialistas al PP. Otros 46.000 se abstendrán, 45.000 votarán a Adelante Andalucía y a Por Andalucía y otros 35.000 se pasan a VOX o a Ciudadanos. Por lo que el PSOE llega a transferir a los tres partidos de las derechas 121.000 votantes, el 12% de todo su electorado.Ciudadanos es otro ejemplo de deserciones, 426.000 de sus votantes marchan al PP y 94.000 a Vox.

En cuanto la coalición Adelante Andalucía, que en 2018 aglutinaba a la izquierda no socialista, ahora se divide. El 22,5% de aquellos votantes eligen la candidatura de Teresa Rodríguez, mientras que el 51,9% opta por la coalición liderada por Izquierda Unida, a la que apoya Podemos. Hay que destacar que el 18,6% del voto de 2018 de esta coalición va a ir a parar al PSOE.