Política

Lo «mejor» está por llegar

El tiempo se va agotando, las posibilidades de influir en la siguiente gran cita de municipales y autonómicas se antojan reducidas

¿Se acuerdan de aquella «sentada» feminista-progresista de hace siete meses en Valencia –»Lo mejor está por llegar»– que supuestamente daría impulso al gran proyecto electoral de izquierdas abanderado por la vicepresidenta segunda? Yolanda Díaz acumula el insólito bagaje de resultar el perfil político más valorado en los sondeos careciendo al mismo tiempo de partido con entramado orgánico o implantación territorial, a lo que se suma el currículum de un sonoro fracaso en las pasadas elecciones gallegas a las que concurrió como candidata –cero escaños– pasando por la debacle en Castilla y León o directamente por borrarse de la batalla andaluza con un evidente «aparta de mi ese cáliz» ante el más que probable batacazo electoral de las izquierdas el próximo domingo, sumándose a todo ello el ingrediente de una curiosa atracción sobre muchos periodistas, abducidos por la mera expectativa reflejada en una aspirante a lideresa, experta en evitar lo que no quiere oírse, en aparecer solo cuando pinta algún posible rédito mediático o en escabullirse de los temas especialmente complicados para su proyección política, experta en definitiva en no decir nada y dejar pelotas pendientes flotando en aire ante la hipnótica mirada de quienes gustan de las formas por encima de los fondos y catalogan a los políticos desde la más pura fascinación peronista.

Díaz ha dicho que esta es la buena y ahora ya sí que va a por todas con su proceso de «escuchas» por lo largo y ancho de la geografía nacional a partir del 8 de julio, tal vez en plena depresión de la izquierda si se cumplen los malos augurios en Andalucía y tratando de erigirse en la nueva y esperanzador «Evita» de un espectro político sumido en la melancolía. Pero ocurre que el tiempo se va agotando, que las posibilidades de influir en la siguiente gran cita de municipales y autonómicas se antojan reducidas y que detrás, salvo unos agradecidos sindicatos, ni hay un partido, ni hay gregarios que peguen los carteles. Desde la «sentada» valenciana de las cinco «lideresas» Colau, García, Hamed, Oltra y Díaz han pasado muchas cosas, por ejemplo, que dos de ellas abanderadas en noviembre de la regeneración tienen ahora problemas con la justicia, una imputada por prevaricación en el ayuntamiento de Barcelona y la otra a la espera de posible imputación por presunto encubrimiento de abusos a una menor desde la Generalitat valenciana. Sería bueno que Yolanda confirme si sigue contando para su proyecto con estos referentes.