San Juan

Confía

A veces se nos olvida premiarnos por lo bueno, sin embargo, para fustigarnos por los errores nos falta tiempo.

Llegó el verano y hoy, el pistoletazo de salida de las fiestas que, como estamos demostrando, es lo que más necesitamos después de tanto tiempo de restricciones. Además, hoy es la noche de los buenos deseos y de quemar lo que nos limita o ya no nos sirve.

La noche de San Juan es la noche de las hogueras. Unos dicen que hay que saltarlas siete veces, otros nueve, el caso es que esta noche todos nos vamos a recargar con muy buena suerte.

Y como la buena suerte depende de cada uno de nosotros, además de arrojo, coraje, valentía, prudencia, perseverancia… (la parte que nos toca) hace falta confianza. Porque allá donde nosotros no llegamos, llega la fuerza de nuestra fe. Una confianza que puede venir de bendiciones, buenos augurios, suerte, santiguarse, sacudirse las malas energías, un beso en la frente, saltar el fuego, rutinas que rozan incluso las supersticiones pero que nos tranquilizan en ciertos momentos, como entrar en el nuevo año con el pie derecho o mirarse a los ojos en un brindis. Da igual si lo que nos ayuda es la fe, una religión, el universo conspirador o la alineación de los planetas, lo importante es que moviliza nuestra capacidad interior y potencia nuestras cualidades más espirituales y poderosas.

Confiar es saber que tras cada obstáculo se encuentra escondida la herramienta idónea para poder superarlo, una herramienta que ni sabíamos que algún día podría estar a nuestro alcance.

Adquiramos de paso hábitos que funcionan, como ese que tanto cuesta y que escuchamos hasta la saciedad: aprender a decir que no, también ayuda ser sincero, tener claros nuestros principios y valores, como el de la honestidad, y reconocer también nuestros éxitos.

A veces se nos olvida premiarnos por lo bueno, sin embargo, para fustigarnos por los errores nos falta tiempo.

Pues disfruta de lo conseguido, de lo que aportas, de la noche de San Juan y ¡confía!